Tras la reinauguración del Parque Bicentenario de Tuxtla Gutiérrez, misma que ha causado opiniones diversas en la población, la Secretaría de Obras Públicas aclaró que al incluirse en él arquitectura abstracta «se sabe que a algunos gustará y a otros no».
La titular de la dependencia, Claudia Baca Esquinca, detalló que con una inversión de 240 millones de pesos, este centro de esparcimiento sufrió cambios respecto a su anterior imagen. «Cuenta con sanitarios, área de juegos infantiles (incluida una pista para patinar), cafetería, plaza cívica y áreas verdes».
Sobre este último aspecto, la funcionaria detalló que el parque, el cual tiene una superficie de 25 mil metros cuadrados (5 mil de los cuales son de áreas verdes), también cuenta con jardineras donde se colocaron estructuras metálicas altas, las cuales serán cubiertas por enredaderas.
Especificó que en el área referida no se pueden sembrar árboles naturales debido a que abajo de la plancha de concreto se ubica el estacionamiento y refrendó que en general la remodelación ha sido bien recibida por la ciudadanía, pues se trata de un espacio emblemático de la capital.
Al profundizar sobre el tema, destacó que se pretende que en un año aproximadamente estos «árboles de hierro» tengan al menos 30% de su superficie con hojas y flores de las enredaderas, entre ellas bugambilias, e informó que las plantas cuentan con sistemas de riego para evitar se sequen.
Baca Esquinca subrayó igualmente que a este centro de convivencia se le instauró un moderno sistema de iluminación indirecta, mobiliario urbano nuevo, sonido ambiental, pisos resistentes e incluso una zona donde podrán efectuarse eventos musicales y de otros tipos.
