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NAIROBI – En una acción con pocos precedentes, las comunidades campesinas e indígenas se han preparado para llamar la atención sobre los sistemas alimentarios en la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de las Naciones Unidas sobre cambio climático, que se iniciará el 30 de noviembre en Dubái.
Nuevas investigaciones revelan que los sistemas alimentarios contribuyen a cerca de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo, las causantes del recalentamiento planetario, lo que ha estimulado un llamado a la acción.
Eso sucede mientras un tercio de los alimentos se desperdicia en el mundo y más de 700 millones de personas pasan hambre.
Son, de hecho, 3 mil millones de personas los que no tienen acceso a una dieta nutritiva. Este problema está a punto de empeorar debido a los efectos adversos de los fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de biodiversidad en la agricultura mundial.
Tras años de relativo olvido en las negociaciones mundiales sobre el clima, los sistemas alimentarios han pasado por fin a ocupar un lugar central en la COP28, que se desarrollará en la capital del mismo nombre de Dubái, uno de los integrantes de los Emiratos Árabes Unidos, desde el 30 de noviembre al 12 de diciembre.
La filipina Estrella Penunia, secretaria general de la Asociación Asiática de Agricultores para el Desarrollo Rural Sostenible, declaró en octubre que mientras que aproximadamente 4 por ciento de la financiación climática se destina a la agricultura, apenas 1,7 por ciento llega a los agricultores familiares.
Queremos desempeñar el papel de administradores del clima en nuestras granjas, pesquerías y bosques porque conocemos las soluciones sobre cómo hacer la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, justos y saludables con enfoques regenerativos y agrícolas», declaró Penunia en una conferencia de prensa virtual y colectiva.
Bajo el liderazgo de la presidencia de la COP28, se prevé que los líderes mundiales se unan para respaldar una declaración sin precedentes que reconozca las innegables conexiones entre los sistemas alimentarios, la agricultura y el cambio climático en la Cumbre Mundial de Acción por el Clima que se celebrará el 1 y 2 de diciembre, dentro de la COP.
Además, la COP28 sentará un precedente al dedicar una jornada temática a los sistemas alimentarios el 10 de diciembre. Hay grandes expectativas de que los agricultores, las empresas, la sociedad civil y otras partes interesadas hagan anuncios ambiciosos y llamamientos a la acción para seguir avanzando en la importancia de los sistemas alimentarios en el año en curso.
Según Penunia, los gobiernos, los socios para el desarrollo, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil deben unirse para apoyar a los agricultores autóctonos. Hizo hincapié en la necesidad de políticas y programas favorables que amplíen y mejoren su labor y de que se destine suficiente financiación a la agricultura.
La financiación directa para los pequeños agricultores familiares es clave para potenciar sus organizaciones y cooperativas como agentes de cambio eficaces. El objetivo es que millones de agricultores familiares puedan aportar directamente soluciones», afirmó Penunia.
A las partes interesadas les preocupa que la agenda de los sistemas alimentarios no haya estado suficientemente representada en los debates mundiales sobre el clima, pero ahora se reconoce cada vez más el impacto sustancial de las emisiones agrícolas, incluidos el metano y el dióxido de carbono, en el clima.
David Nabarro, director estratégico de la Fundación de Habilidades, Sistemas y Sinergias para el Desarrollo Sostenible (4SD), subrayó que, aunque la contribución de la agricultura y la alimentación a las emisiones de gases de efecto invernadero se conoce desde hace tiempo, ahora se reconoce de forma generalizada que merece una seria atención.
Además, los retos del cambio climático se han intensificado en los últimos años, con numerosos informes de los agricultores sobre la casi imposibilidad de hacer frente a sus efectos.
El británico Nabarro, también asesor principal del equipo de Sistemas Alimentarios de la COP28, subrayó la importancia del tema en la cumbre de climática de Dubái.
«Pone el tema directamente sobre la mesa a pesar de las dificultades que entraña y reúne a diversos grupos. Los líderes mundiales comprenden el imperativo de abordar todas las fuentes de emisiones y trabajar con diversas empresas y países para lograr un cambio significativo», remarcó.
El emprendedor medioambiental chileno Gonzalo Muñoz, líder de la Agenda de Actores No Estatales para los Sistemas Alimentarios de la COP28 en nombre de los Campeones del Clima de la ONU, subrayó la necesidad de demostrar un sentido de urgencia y el imperativo de ampliar la acción.
«Este llamamiento a la acción respalda la Declaración de Emiratos y apoya su aplicación, desarrollada en consulta con los actores no estatales. En consecuencia, en la COP28 se lanzará un llamamiento a la acción de los actores no estatales dirigido a transformar los sistemas alimentarios en beneficio de las personas, la naturaleza y el clima», afirmó Muñoz.
Esta iniciativa también subraya la necesidad crítica de respetar y valorar los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas y los conocimientos locales de agricultores, pescadores y otros productores de alimentos.
En el contexto local, respetar y valorar los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas y de los agricultores, pescadores, ganaderos y pastores locales es vital.
Es igualmente importante implicar a las mujeres y a los jóvenes en las negociaciones sobre el clima y en otros procesos a todos los niveles, como subrayó Rebecca Brooks, una defensora del clima de alto nivel.
«Es esencial reforzar la capacidad de las organizaciones que representan a estos grupos y proporcionarles recursos, incentivos y apoyo técnico adecuados», declaró Brooks, quien también dirige el pilar de actores no estatales de la Agenda de Sistemas Alimentarios y Agricultura de la COP28.
Tim Benton, director de Investigación del Programa de Medio Ambiente y Sociedad de Chatham House, hizo hincapié en el papel fundamental que desempeña la transformación del sistema alimentario a la hora de abordar la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, la contaminación, la salud humana y el bienestar.
Planteó la cuestión de cómo hacer que a los agricultores les resulte rentable adoptar prácticas más sostenibles y resistentes sin las presiones que a menudo se derivan de los sistemas globalizados para maximizar el rendimiento a cualquier precio.
Benton también reconoció los importantes retos a los que se enfrentan los pequeños agricultores en muchas partes del sur global, especialmente en las latitudes medias.
«Los retos a los que se enfrentan los pequeños agricultores en muchas partes del sur global, y en particular en las latitudes medias del mundo, son enormes», reiteró.
Sobre las eventuales compensaciones, Benton reconoció que existen compensaciones reales, como equilibrar la conservación de la biodiversidad, la nutrición, los medios de subsistencia de los agricultores y las emisiones de gases de efecto invernadero. La compleja tarea consiste en encontrar soluciones que aborden eficazmente estas compensaciones.