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El Gobierno israelí aceptó un acuerdo con el movimiento palestino Hamás para establecer un alto el fuego temporal y para la liberación de rehenes, informó la Oficina del primer ministro de esa nación, Benjamín Netanyahu.
El acuerdo contempla que Hamás libere a 30 niños, 12 mujeres y 8 madres durante un alto el fuego de cuatro días. A cambio, Tel Aviv liberará a hasta 150 prisioneros palestinos que se encuentran en cárceles israelíes, según confirmó también Hamás.
Ambas partes también acordaron que se permita la entrada de ayuda humanitaria en todas las regiones de la Franja de Gaza, donde ha habido millones de personas desplazadas, decenas de miles de heridos y más de 13.000 muertos, según las autoridades locales y organismos como la ONU.
De acuerdo con Hamás, la Fuerza Aérea de Israel se comprometió a detener totalmente los vuelos sobre el sur de la Franja de Gaza mientras dure la tregua, mientras que sobre el sector norte estarán prohibidos de las 10.00 horas a las 16.00 horas.
El movimiento islamista radical también aseguró que los prisioneros que liberará Tel Aviv son mujeres y menores de edad.
«Durante el periodo de tregua, la ocupación [israelí] se compromete a no atacar ni arrestar a nadie en todas las zonas de la Franja de Gaza», indicó Hamás en un comunicado difundido en Telegram.
El movimiento gobernante en Gaza dijo que el acuerdo fue alcanzado después de «negociaciones difíciles y complejas durante muchos días». En Israel, el Consejo de Ministros tardó seis horas en votar una aprobación al acuerdo, según Haaretz.
Hamás también precisó que las negociaciones contaron con la intermediación de Catar y Egipto.
De acuerdo con un reporte del diario Haaretz, todas las ramas de los servicios de seguridad israelíes —el Ejército, el Mossad y el Shin Bet— apoyaron el acuerdo, el cual incluye solo la liberación de rehenes israelíes; sin embargo, Hamás podría liberar a ciudadanos extranjeros en virtud de acuerdos con otras naciones.
El anuncio se da tras la reunión que sostuvo el Grupo de Contacto sobre la situación en Gaza, creado tras la cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), y la Liga Árabe, en la ciudad de Riad.
«Seguimos en guerra»
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aclaró que el acuerdo no significa una paz duradera, sino simplemente una pausa para recuperar a los rehenes tomados por Hamás el pasado 7 de octubre.
«Circulan falsos rumores de que, tras la pausa para recuperar a los rehenes, dejaremos de luchar. Permítanme dejar claro que estamos en guerra y seguiremos estándolo hasta que logremos todos nuestros objetivos: destruir a Hamás, devolver a todos nuestros rehenes y garantizar que no habrá ninguna amenaza para Israel desde Gaza», advirtió Netanyahu.
En ese sentido, el líder de ultraderecha recordó que «la guerra tiene etapas y la devolución de los rehenes también».
Asimismo, compartió que en los últimos días ha tenido conversaciones con el mandatario estadounidense Joe Biden, a quien, dijo, le pidió que garantice la mejora de condiciones sobre el acuerdo.
El número de palestinos muertos por el conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza superó los 14.100, según información difundida por las autoridades palestinas. El Ministerio de Salud palestino indicó que entre los muertos hay 5.840 niños y 3.920 mujeres, lo que corresponde a casi el 69% de las víctimas.
La tregua temporal llega tras más de 45 días de conflicto bélico desencadenado por el ataque sorpresa de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre. En respuesta, el Ejército israelí movilizó a 360.000 reservistas y procedió a una campaña de intensos bombardeos aéreos sobre la Franja; a finales de octubre, las tropas israelíes entraron en Gaza para destruir la infraestructura de Hamás y recuperar a más de 200 rehenes.
Además, desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas y emplaza a cientos de miles de civiles a desplazarse hacia el sur del enclave, adonde la ayuda humanitaria internacional llega a cuentagotas estos días a través del paso de Rafah, en la frontera con Egipto.
Durante este lapso de tiempo, numerosos países llamaron a Israel y Hamás a establecer un alto el fuego y se multiplicaron las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.