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El pleno del Senado aprobó, esta madrugada, la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2024, con 60 votos a favor y 40 en contra.
El aval se otorgó con tres modificaciones, entre las que destaca la reducción del 1.48% al 0.50% la retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
El decreto prevé ingresos el año próximo por nueve billones 66 mil, 45.8 millones de pesos y una recaudación federal participable por 4 billones 585 mil 352.1 millones de pesos.
Además, se otorga autorización a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para contraer un endeudamiento interno de hasta un billón 990 mil millones de pesos, con el propósito de financiar el Presupuesto de Egresos de la Federación en 2024.
Además, dictamina que no se pueden introducir nuevos impuestos ni aumentos en los impuestos existentes.
Contrastan grupos parlamentarios
En tribuna, al presentar los dictámenes del paquete económico al Pleno, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) defendió la política económica de la Cuarta Transformación.
“Con una visión social responsable hemos demostrado que se puede gobernar sin aumentar impuestos, hemos demostrado que si podemos llevar apoyos a las y los mexicanos más necesitados si el gasto se ejerce de manera responsable”,
comentó el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Pérez Aztorga.
Al argumentar su voto en contra, las y los senadores de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) cuestionaron la magnitud del endeudamiento solicitado para el año próximo y la entrega de mayores facultades y recursos a las Fuerzas Armadas.
“El grupo parlamentario votará en contra de esta ley de ingresos porque la cerrazón del Gobierno, del grupo parlamentario mayoritario y de sus aliados, impide que pueda construirse una propuesta que sí beneficie al pueblo de México y que sí sea sostenible para la siguiente administración”,
dijo la senadora del PAN, Minerva Hernández Ramos.
Por su parte, el senador del PRI, Ángel García Yáñez, expresó que “no compartimos las proyecciones que se presentan en el marco macroeconómico demasiado optimistas, sino que también son inviables”.
El decreto se turnó al Ejecutivo Federal para sus efectos constitucionales.