Armando Rojas Arévalo
MONSERRAT: ¡Horror! Los asesinatos de vidas humanas en México son cada vez más sangrientos, bestiales y frecuentes. Las masacres de Minatitlán el mes de abril, donde 13 personas, entre niños y adultos, fueron muertos a balazos; la del pasado fin de semana en Coatzacoalcos, donde 29 personas murieron a consecuencia del fuego que provocaron los sicarios, los constantes enfrentamientos entre cárteles y policías en la frontera de Tamaulipas, los feminicidios en Morelos y las ejecuciones en Michoacán, pareciera que forman parte –insisto- de una conspiración para conducir al país a la ingobernabilidad y al estado de excepción.
Independientemente de que la violencia (asesinatos, secuestros, feminicidios, asaltos, etcétera) ha aumentado por la falta de una estrategia y la falta de mano dura, se ve –y se presume- la existencia de una estrategia desestabilizadora.
Aparte, la situación se agrava por la crisis en el sector salud debido a la falta de medicinas, los migrantes, los bloqueos de calles y avenidas de la Ciudad de México de habitantes desesperados porque no se resuelven sus problemas; los bloqueos un sector de la policía federal en autopistas y arterias de gran circulación, porque no quiere pasar a la Guardia Nacional sino que la liquiden; el inminente paro por “quítame estas pajas” ($$) de los profesores de la CNTE en Chiapas, Oaxaca y Michoacán, los bloqueos de productores del campo porque no reciben el fertilizante o el dinero que se les venía dando, y las agresiones cada vez más frecuentes en contra de las mujeres.
Todos estos problemas, más otros que hay o habrá, son los ingredientes de un explosivo coctel político y social.
Seguramente a quienes aborrecen y critican a LOPEZ OBRADOR, les dará gusto lo que está pasando. El río de sangre que vemos lejano podría pasar a nuestras casas, ¡cuidado! En procurar que el país camine bien, independientemente quien sea el Presidente, o que nos caiga bien o mal, estamos todos.
Las masacres ocurridas últimamente en diversas partes del país revelan, una, que efectivamente hay una conspiración para descalificar y deteriorar el gobierno de LOPEZ OBRADOR; otra, que ex funcionarios de Veracruz y la delincuencia se han coludido abiertamente al amparo del burdo propósito de sembrar miedo y caos en la población, y tres, que hay gobernadores que con su indiferencia, unos, y otros con su incapacidad, atizan más el fuego. Entre estos últimos está el gobernador CUITLÁHUAC GARCÍA, quien debe irse a su casa a la voz de ya, por su torpeza, su escasa preparación para gobernar y su incompetencia. Otro que llevaría el mismo camino si no se pone las pilas, como se dice corrientemente, es CUAUHTÉMOC BLANCO, de Morelos, en cuya administración se han registrado 2 mil homicidios.. Curiosamente, CUITLÁHUAC y él son de MORENA. ¿Esto da una pista?
VERACRUZ es un gran dolor de cabeza. El gobernador está atado y nulificado. El compa JULIO HERNÁNDEZ en su “Astillero” de La Jornada, dice: “Miguel Ángel Yunes Linares, quien podría escribir, ilustrar y suscribir una enciclopedia de las marrullerías políticas en México, hizo que el Congreso local designara a uno de sus subordinados políticos (y su abogado personal y familiar), Jorge Winckler Ortiz, como fiscal general del estado. La vigencia del encargo es de nueve años: de diciembre de 2016 a diciembre de 2025. Es decir, el amigo Winckler ha cuidado la espalda de su jefe Yunes y ha peleado y seguirá peleando con Cuitláhuac García durante todo el sexenio de este (2018-2024) y aún le quedará un año de la siguiente administración estatal”. En tal virtud, CUITLÁHUAC no puede procurar justicia ni dar seguridad. Por su inexperiencia y su falta de tamaños se ha convertido en una monserga y pesado fardo para el presidente.
Si CUITLÁHUAC tuviera un buen equipo de inteligencia, habría anticipado la masacre de Coatzacoalcos. El día 22 de agosto se encontró el cadáver de una mujer de nombre JOSIMAR RIOS LÓPEZ tirado en una calle, desmembrado. Horas antes había sido ejecutada –según se muestra en un video- junto con AGUSTÍN RANZON LÓPEZ, con quien se dedicaba a la venta de droga. Presuntamente, ella y él tenían que ver en el manejo de “El Caballo Blanco”, el antro donde fue la masacre por una disputa de territorio entre “Los Zetas” y el “Jalisco Nueva Generación”.
El Presidente no tiene quien lo ayude, al contrario; sus “amigos” lo perjudican. Por un lado, MONREAL y BATRES disputándose el poder. PORFIRIO MUÑOZ LEDO no quiere soltar el mazo. MORENA empieza a resquebrajarse. Hay quienes no rebuznan porque desentonan. Tal es el caso del diputado OSCAR GONZÁLEZ YAÑEZ, del Partido del Trabajo (PT). “Si nosotros no regulamos a los medios de comunicación, se van a convertir en el instrumento fundamental de la derecha en el 2021 y en el 2024; solamente ganamos las elecciones, pero no hemos desmantelado los poderes fácticos”, ¡¡Uta!!
¡Para qué quiere enemigos! Con todo y eso, LÓPEZ OBRADOR llega a su primer informe con el 69 por ciento de aprobación, según una encuesta…Y cámaras de espionaje en Palacio Nacional.
YA, PARA ACABAR quiero informarte que EMILIO ZEBADÚA, quien fue operador de ROSARIO ROBLES, cuenta ya con amparo para no ser detenido. El chiapaneco es investigado por supuestos desvíos de recursos de dependencias federales a través de universidades públicas y medios de comunicación estatales, cuando fue oficial mayor de SEDESOL.
Otro del equipo de la ROBLES que duerme, aparentemente, tranquilo, es RAMON SOSAMONTES, otro de sus brazos ejecutores. También consiguió amparo. SOSAMONTES fue quien le presentó a ROSARIO a AHUMADA, en el restaurant Bellinghausen de la Zona Rosa, en 2001.
“Que le di mucho dinero, creo que sí, el departamento que tenía frente a Parque Hundido lo compré y remodelé con mi dinero, él lo escrituró a nombre de una empresa que tenía el nombre de un pueblo de Guerrero de cuyas acciones era dueño. También lo ayudé con una camioneta Suburban Roja, y lo apoyé con efectivo para muchas cuestiones personales, de la política y alguna que otra ayuda menor, celulares y cosas de ese tipo. En eso consistió mi ayuda. ¿Qué le pedí a cambio? Lo repito: ¡Nada!”, dice AHUMADA de SOSAMONTES en su libro “Derecho de réplica”.