Pie de Página
CIUDAD DE MÉXICO. – El 25 de agosto pasado, el portal En un 2×3 Tamaullipas publicó una nota sobre la localización de un probable campo de exterminio en un rancho vinculado al exgobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca.
El hallazgo, hecho por el colectivo de madres en búsqueda de desaparecidos Un solo corazón, incomodó al político panista, quien desde sus redes sociales amenazó con proceder legalmente contra el portal periodístico.
La noticia circuló rápido en redes sociales pero pocos medios corporativos la retomaron. La reacción gremial llegó de medios públicos y medios independientes en los que colabora la periodista Martha Olivia López Medellín, autora de la nota y directora del portal, quien ha dado puntual seguimiento a las violaciones a derechos humanos en esa entidad y tienen medidas cautelares del Mecanismo federal de protección a periodistas.
La alerta se enciende cuando el exgobernador prófugo de la justicia y con acusaciones que lo vinculan a grupos del crimen organizado amenaza al periodismo local en un estado donde los grupos criminales se han fusionado con la institucionalidad y los aparatos gubernamentales.
En entrevista con Pie de Página, Martha Olivia López Medellín advierte que el discurso público de Cabeza de Vaca no es sino un espejismo para ocultar lo que realmente esconde su administración: un gobierno corrupto y criminal.
Ahorita solo ha sido la amenaza, no ha procedido legalmente. Pero es grave, porque el cuate maneja células del cartel del golfo y sumergió a Tamaulipas en un hoyo de inseguridad», dice
Tamaulipas, el espejismo de la seguridad
De acuerdo con López Medellín, la estrategia del ex gobernador de Tamaulipas ha sido la de mentir abiertamente sobre la inseguridad en Tamaulipas.
«Vivimos 6 años donde, ante la falta de obra pública y de cercanía con la gente, un gobernador vendió la idea de que vivíamos en el primer mundo y en un Tamaulipas súper seguro, pero su falacia cayó pronto con los datos de la Comisión Nacional de Búsqueda y del secretariado ejecutivo del sistema nacional de seguridad pública», expresa la periodista.
Datos de estas dependencias muestran que durante el sexenio del panista aumentaron las desapariciones de ciudadanos estadounidenses en Tamaulipas, así como el número de secuestros. A la par, se denunció la ausencia de un registro preciso sobre el número de asesinatos y desaparición de personas.
También, de acuerdo con reportes locales, las ejecuciones extrajudiciales por parte de los cuerpos de seguridad del estado fueron constantes.
«Se nos dijo que vivíamos en seguridad, pero hay tres casos donde los hechos demostraron que policías y el Grupo de Operaciones Especiales (Gopes) de Cabeza de Vaca estaban coludidos y cuidando plazas de grupos criminales», enfatiza.
Los casos a los que hace referencia la periodista son:
La ejecución extrajudical de ocho personas en Valle de Anáhuac, Nuevo Laredo, por parte de policías estatales.
La masacre de Camargo, donde el Grupo de Operaciones Especiales confundió una camioneta donde viajaban 19 personas (la mayoría migrantes) y disparó en su contra.
La ejecución extrajudicial de Daniel Ortíz Martínez, en el Río Bravo, donde los Gopes y la policía estatal dispararon 242 veces, por una confusión en el vehículo donde viajaba la víctima, creyendo que era el líder de un cártel.
Estos tres casos, explica la periodista, hablan de un modus operandi donde las fuerzas estatales cometían estas ejecuciones bajo el pretexto de abatir a criminales, «pero al mismo tiempo nos decían que era casi terapéutico andar en la carretera de Tamaulipas».
El hallazgo del campo de exterminio
A esto se suma el control de los aparatos judiciales y de procuración de justicia en el estado se convirtieron en otro factor que alimentó la impunidad y la persecución a la crítica.
López Medellín explica:
«Hacer reportajes de investigación en Tamaulipas es complicado. Es difícil hablar de seguridad sin que estés tocando a una autoridad municipal, estatal o federal, y las líneas que se cruzan entre las autoridades y los policías con los grupos criminales son frecuentes. Pero, si no podemos hablar de cosas tan fuertes, lo menos que podemos hacer es recordar y tener los temas en la agenda».
Esa es la estrategia que usó Martha Olivia cuando recibió el reporte de los colectivos de búsqueda que habían encontrado huesos en el ejido La Retama, en la ciudad de Reynosa.
«Cuando me avisan los del colectivo que hay un campo de exterminio, y que es el ejido La Retama, rápido hacemos las conexiones», cuenta la periodista.
El ejido fue nombrado durante el juicio de desafuero a Cabeza de Vaca. Su dueño, era un prestanombres del ex gobernador, según la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Hay que tener memoria, y tener el archivo de los temas bien actualizado para que en este caso no haya forma de rebatir. Que luego el señor diga que no es cierto, pues es cualquier cosa, porque hay un documento al respecto. Pero algo es cierto: hay un contexto tan violentos en Tamaulipas, que a veces, inclusive, hacer notas es difícil».
¿Quién protege a Cabeza de Vaca?
Pese a esto, el exgobernador, aún en el exilio, parece gozar de un velo de impunidad y se aferra a decirse perseguido político, mientras continúa su carrera partidista.
¿Quién lo protege? La pregunta tiene múltiples respuestas.
Primero, explica la periodista, están una serie de ex funcionarios de su gobierno que siguen incrustados en el Poder Judicial de Tamaulipas, pese a la victoria del morenista Américo Villareal,
«Cabeza de Vaca sigue teniendo incrustados en el Poder Judicial. Uno de ellos, por ejemplo, es el ex jefe de gabinete, David Cerda. Ese poder se ha vuelto un centro de exilio de panistas. Pero en el poder legislativo la cosa no es muy distinta, pues aunque existe formalmente una mayoría de Morena, los panistas los han comprado, y operan a favor de Cabeza de Vaca».
Después, la estela de impunidad y corrupción policial que aumentó durante su gobierno.
«Las policías, los desertores de la policía, y el extinto Gopes están juntos, en complicidad con los grupos del crimen organizado. Ellos están haciendo este desorden en todo el estado, pero ahora no hay quien les cobre cuota», dice López Medellín.
Su afirmación no es azarosa, pues algo que caracterizó al gobierno de Cabeza de Vaca fue el control de la policía y los cuerpos de seguridad, para usarlos a favor de sus intereses, algunas veces, los mismos que los de los grupos del crimen organizado.
Un ejemplo, precisa, fue que «durante su sexenio Cabeza de Vaca hizo 23 estaciones de policía en la carretera, Las carreteras salían de Reynosa y terminaban en Soto la Marina, donde él tiene seis ranchos».
La otra respuesta a la pregunta es el pacto de silencio que existe en el partido que lo vio llegar al poder, así como de sus aliados electorales.
Hablamos del Frente Amplio por México, quienes no dudaron en, primero, aceptar su registro como aspirante a la presidencia (aunque no lo hizo él, sino su esposa, porque Cabeza de Vaca está en el exilio); después, cuando el ex gobernador no reunió las firmas para su cometido, el Frente lo nombró asesor en la construcción del plan nacional de seguridad pública para el nuevo gobierno.
Al respecto, López Medellín reflexiona:
«Me parece que la presencia de Cabeza de Vaca en este Frente refleja que no han leído los números de inseguridad que dejó en Tamaulipas, y significa seguirle dando juego a las falacias que decía Cabeza de Vaca cuando fue gobernador, pero es inconcebible que un exgobernador, prófugo de la justicia, exiliado en los Estados Unidos, tenga el descaro de aspirar a la presidencia, y ahora asesorar en seguridad. Todo lo que hace Cabeza de Vaca lo ilustra en una corrupción e ilegalidad, y aún así la oposición lo arropa. Para describir esto, la verdad, se nos acaban los adjetivos».
«No tenemos nada que temer»
La organización Artículo 19 emitió una alerta en la que condena la amenaza legal en contra de la periodista y en la que advierte que en México se registra un promedio de 2.6 procedimientos administrativos y judiciales mensuales contra la prensa.
Además, la periodista tiene el acompañamiento jurídico del abogado y defensor de derechos humanos David Peña
Sobre las amenazas, la periodista asegura que ella no tiene nada que temer, y concluye lanzando un reto al ex gobernador:
«Me propongo para ir a entrevistarlo a donde me diga, donde quiera que esté, porque él no ha aparecido desde el 27 de septiembre que se fue huyendo de Tamaulipas. Es absurdo que no esté detenido, que el poder judicial y los jueces lo protejan, y que ahora, desde su cómodo sofá, se ponga a tuitear y amenace con demandar. Sí, demándame, aquí estamos, no tenemos nada que temer al respecto».