Filberto Silva PRE-TEXTOS@outlook.com
A cada rato a los ciudadanos nos chingan los agentes de tránsito, ya sea estatal o municipal. Te paran por cualquier motivo. El fin es “sangrar” al ciudadano. La política del ayuntamiento a la cabeza con Carlos Morales Vázquez tiene una sola encomienda: sancionar, infraccionar o si se puede, “peinar” al usuario de motocicleta o automóvil. De hecho, no hay vuelta de hoja, porque por más que se le quiera explicar al agente éste nomas no escucha. Y bueno, si de eso se trata, tienen un ejemplo en el alcalde que se ha cerrado a dar la cara a los medios de comunicación para responder a las decenas de preguntas que están en el aire ante la deplorable situación de inseguridad, obra pública, asaltos, robos, falta de agua, alumbrado y todo lo que usted quiera saber. Su jefe de prensa, Francisco Zorrilla Rabelo, perdón, es su secretario municipal, por más que se esfuerce en defenderlo dice cada estupidez que nada le cree. Con decirle que para él, el índice delictivo está a la baja. ¡En verdad, qué descaro! La imagen donde dos policías circulan por la ciudad en sus motocicletas sin placas es un común denominador en la corporación. La pregunta es ¿a ellos quién los sanciona? ¿Quién los molesta? No se vale transitar sin el emplacamiento porque si él agente comete una injusticia, cómo lo identifican. La aplicación de la norma debe ser pareja. «Todos con camisa o todos encuerados», dice el refrán.
El presente es hoy de Bahamaca;
la historia lo ubicará en su justa
dimensión; ni más ni menos
A pesar de la lucha abierta que aún mantiene la Sección 7 del SNTE y la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE), bajo el dominio de Pedro Gómez Bahamaca, a quien sus compañeros de lucha lo llamaron “huachicolero”, el trono parece que empieza a tambalearse. El gobierno lo trae marcando el paso. Si no, cómo se explican que ahora sus propios compañeros se atrevan a recriminarle que su ascenso y permanencia en la dirigencia sindical es producto del cochinero, trácalas y acciones de intimidación. Supo embaucar a los gobiernos de Sabines (él atrás de Adelfo Gómez) y el de Manuel Velasco. Aunque la bolita está en el aire ante la posición que ha asumido Rutilio Escandón Cadenas, quien se supone, no cederá a los chantajes. La aplicación de la ley a bloqueos y actos de corrupción están a la vida.
El dirigente es acusado de una serie de atropellos contra la base trabajadora para enriquecerse. Pero lo más grave es que continúen en el poder todos aquellos que entregaron al sector a un grupúsculo que ha hecho y deshecho de la educación como un trapeador de cocina. Pregúntese dónde están Manuel Velasco Coello (senador con licencia); Eduardo Ramírez Aguilar, senador; Roberto Rubio Montejo, el diputado indígena como diputado federal; Ricardo Aguilar Gordillo, ex titular de la Secretaría de Educación, hoy encabezando las huestes de un próximo partido político llamado Redes Sociales Progresistas; Eduardo Campos Martínez, exsecretario de Educación, agazapado en un puesto gubernamental de menor categoría; y Eduardo Velázquez Hernández, ex subsecretario de Educación.
Aunque los maestros denunciantes no dan la cara, sí evidencian sucesos importantes que el gobierno federal y estatal deben tener en cuenta.
Desde Adelfo Gómez y ahora con Bahamaca, la práctica de la intimidación ha sido denunciada y nadie ha hecho caso. Presionan para que nadie de los profesores se niegue a participar en paros y bloqueos. Quien lo haga se atiene a las consecuencias.
Los jugosos intereses que obtiene producto del convenio con 150 empresas crediticias que se dedican a robarle al trabajadores hoy una denuncia documentada. Sin ir muy lejos, la actual líder sindical del sindicato de Salud, María de Jesús, mejor conocida como “Chusita”, denunció esta práctica por la anterior administración que encabezaba José Luis Díaz Selvas.
La Reforma Educativa es el pretexto. La permanencia de la secretaria de educación, otro más. El cinismo no tiene nombre en este sindicato que perdió la visión de educar. El presente es hoy de Pedro Gómez Bahamaca pero el futuro y la historia lo ubicarán en su justa dimensión. La niñez y juventud no se lo merecen.
La patrullas y motos, resguardadas; qué esperan
Hemos estado siguiendo de cerca la postura que asume el alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Carlos Morales Vázquez, para responder a los ataques de sus adversarios que están molestos porque no hay dinero de por medio en los llamados contratos de publicidad.
Si conoce de fondo la clase de “amigos políticos” que tiene, porqué carajos no es inteligente y deja de actuar con el hígado. Acaso no les paga a asesores de medios o los añejados políticos que tiene como funcionarios que se la saben de todas todas.
Lo anterior porqué qué caso tiene mentir a la sociedad a través de los medios afines que la compra de las patrullas y motocicletas está en trámite y la llegada de éstas esta programada para unos 20 días. El mismo dato lo dio a conocer hace menos de una semana la regidora Adriana Guillén, quien al parecer ya cambió su postura crítica. Resulta que, desde el martes de la semana pasada, en el patio de la policía y tránsito municipal, allá por la zona norte oriente, cerca del hospital Gilberto Gómez Maza, está resguardado el lote de unidades que ayudarán a combatir la delincuencia. Qué espera la autoridad para sacarlas y ponerlas a trabajar. Es acaso necesario realizar un evento masivo para ponerlas en acción. Qué tendrá en la cabeza el alcalde.
Por cierto, de risa la postura que asume su director de Tránsito, Jorge Alexis Zuart Córdova, al aceptar ir a dar entrevistas a un medio local para tratar de justificar la ola delictiva. Hay acciones que en lugar de sumar restan. Mejor le hubiesen dicho que calladito se ve más bonito, pues mientras intentan maquillar con cifras y trabajo arduo en su corporación ante el medio, en la calle se daban asaltos y robos a diestra y siniestra. Cómo rebatir las cifras documentadas que el propio Inegi señala de que Tuxtla y Tapachula son las peores ciudades de Chiapas y del país en materia de seguridad. Acá sí, al funcionario policiaco le vendría bien aprender de su jefe, el alcalde, de quedarse mudo y no vociferar babosadas. Sin duda que la recomendación del exprocurador Raciel López Salazar, para colocar a su pariente en la Cuarta Transformación, no dio los frutos esperados.
