«La nueva Ley General de Humanidades, Ciencia y Tecnología no originará la desaparición del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Solo cambiará de nombre, pues se busca acabar con el déficit que México tiene de al menos 50 años en generación de conocimiento».
Así lo dio a conocer el diputado chiapaneco Isidro Ovando Medina, quien recordó que prácticamente todo lo que los mexicanos usan en su vida cotidiana, es inventado y fabricado en otros países. «Nuestra nación no crea automóviles, ni computadoras, mucho menos aviones y tampoco celulares», lamentó.
El legislador de Morena aseguró que con la nueva normatividad los esfuerzos presupuestales se dirigirán a poner orden y no permitirá que cada investigador haga lo que quiera. «La Ley actual obliga al gobierno federal a aumentar el presupuesto para Ciencia por encima de la inflación y nunca podrá ser inferior al del año inmediato anterior».
El también integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt se dijo convencido de que la nueva Ley del ramo es lo que le conviene al país. «Hace algunos años en el ahora Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación se manejaban fondos mixtos, aportados por el gobierno federal y otra por el estatal.
«Así las cosas, se logró tener un Fondo de varios millones de pesos, empero, una empresa privada con domicilio en Frontera Hidalgo se llevó el 70% de estos recursos y el restante fue para todos los científicos chiapanecos, algo injusto, pero estas irregularidades permitía la ley», señaló Ovando Medina.
Señaló que otra de las bondades de la nueva Ley es que prohíbe el destinar los recursos que deben ser para la investigación y generación de conocimiento, a las empresas privadas. «Por muchos años estas industrias se han aprovechado de las transferencias que se les hacían por medio de fideicomisos, entre ellas Bimbo y Volkswagen», subrayó.
