• Se trata de que núcleos familiares de manera voluntaria se ofrezcan a cuidar a algún menor que atraviese situaciones complejas
MANUEL MONROY
La Vicepresidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables del Congreso del estado, Tania Martínez Forsland lanzó una iniciativa para reformar y adicionar la Ley de Adopción en el estado para que se cree la figura de “familias de acogida”, quienes de manera voluntaria se ofrecerían a cuidar a algún menor que atraviese situaciones complejas vinculadas a sus familias de origen.
En este sentido, hizo énfasis en crear un marco legal claro para que se Chiapas se institucionalice esta instancia, para lo cual los interesados deberán pasar por un proceso previo de valoración y acompañamiento por las autoridades hasta que el niño que vayan a cuidar forme parte de su hogar.
“El acogimiento familiar tiene como objetivo posibilitar el derecho que tienen todos las niñas, niños y adolescentes a vivir en familia, es decir, el apoyo de quienes se interesen en tutelar a un menor será temporal para que los beneficiados se desarrollen en un entorno natural”, resaltó.
Dijo que la propuesta pretende hacer un cambio de paradigma y promover una visión transversal de los derechos de niñas, niños y adolescentes en las políticas públicas del estado. “Atender a este núcleo de población es invertir en el futuro tanto de la entidad como del país”, dijo.
Señaló que las oportunidades de desarrollo de los menores aumentan exponencialmente porque son acompañadas y favorecidas por políticas públicas de carácter multidisciplinario. “La Constitución política local establece el principio de la protección más amplia de las personas”, recordó.
Entre estos puntos –refirió- se encuentra el de asegurar a los chiquillos un hogar y una familia. “Existen múltiples causas que originan que un niño se vea alejado de sus padres, entre éstas la muerte de los segundos, el que pierdan la patria potestad o por abuso contra el menor”.
La legisladora subrayó que está claro que las familias son fundamentales para que las niñas, niños y adolescentes, reciban una educación y desarrollen habilidades que necesitan parta ser parte de la sociedad. “El desarrollo de este efecto no se basa en la genética, sino en las relaciones significativas y por eso la familia va más allá de los padres biológicos”, anotó.
Destacó que para lograr el desarrollo integral de los menores de edad chiapanecos es fundamental que crezcan en un ambiente familiar, donde el respeto, cuidado, amor y la protección les permitan desarrollarse plenamente hasta lograr una vida independiente y autónoma.