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Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona han desvelado la imagen sísmica más detallada de la costa noroeste del Pacífico de México, en la que se han registrado hasta tres grandes terremotos tsunamigénicos (que generan tsunamis) de magnitud 8 en los últimos 100 años.
De esta zona del Pacífico, azotada por grandes terremotos y tsunamis como resultado de la interacción de dos placas tectónicas, se desconocía la estructura del margen continental y, por lo tanto, las causas detrás de la generación de estos desastres naturales.
Presencia de grandes dorsales oceánicas
Un este estudio del ICM-CSIC de Barcelona, elaborado en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha revelado por primera vez la estructura bajo el margen continental de Jalisco-Colima, desvelando la presencia de grandes dorsales oceánicas (elevaciones o cadenas montañosas submarinas de origen volcánico) que se deslizan (subducen) bajo la placa continental Norteamericana.
Según los autores, esto permite explicar el alto potencial sismogénico y tsunamigénico de la región y ayudará a definir las áreas de mayor riesgo.
«Los resultados del estudio desvelan los mecanismos que explican la propagación hasta el lecho marino (superficie sobre la que se encuentra el agua del mar o de un río) de terremotos que se generan a grandes profundidades y acaban provocando grandes tsunamis», según explicó el investigador del ICM Manel Prada.
«Además, -añadió- nos permiten estimar con mayor precisión la velocidad de propagación de los terremotos y el desplazamiento máximo de la falla en caso de terremoto, dos parámetros clave para entender cómo se generan los tsunamis en esta región y poder prever su impacto en la costa”.
Un nuevo enfoque metodológico
Para hacer el trabajo, que publica la revista ‘Communications Earth & Environment’, el equipo combinó datos geofísicos obtenidos durante la campaña oceanográfica TSUJAL, hecha en 2014 frente a las costas de Jalisco y Colima gracias a una colaboración con el Grupo de Intercambio de Instalaciones Oceánicas (OFEG, por sus siglas en inglés).
«Este nuevo enfoque metodológico de procesado y modelado de datos sísmicos nos ha permitido mejorar la resolución final de la imagen de la corteza terrestre en el noroeste de México, y hemos podido captar el relieve del contacto entre ambas placas tectónicas y las variaciones de las propiedades físicas del terreno hasta los 10 kilómetros de profundidad a una mayor resolución de la que la que nos proporcionan las técnicas convencionales», destacó Rafael Bartolomé, otro de los coautores del estudio.
Según los investigadores, el trabajo proporciona una nueva metodología que podría aplicarse en otras regiones con características sismológicas similares, especialmente en los márgenes continentales de subducción con poca acumulación de sedimentos, como los que se hallan en América Central y Sudamérica, para cuantificar el papel del relieve de la placa oceánica en la generación de grandes terremotos y tsunamis.