MANUEL MONROY
Pese a reconocer que el gobierno de México ha mantenido un sano equilibrio fiscal y financiero y de haber logrado el favor de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Coparmex consideró que la idea de solventar financieramente a Pemex no es viable.
Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, señaló que comienzan a notarse los impactos de las decisiones poco planeadas de inversión de la administración federal, pues Fitch Ratings y Moody’s, agencias internacionales reconocidas, degradaron las calificaciones de Pemex y CFE por primera vez en 10 años.
Dijo que es responsabilidad del Estado invertir bien los recursos de los mexicanos a fin de fomentar el crecimiento. “De no comenzar a tener una visión estratégica de largo plazo, que realice inversiones de alto valor agregado y no caprichos, las consecuencias podrán ser desastrosas”, alertó.
En su breve análisis anotó que las decisiones de inversión del gobierno no están apegadas a estándares técnicos básicos “y su obsesión con invertir en una refinería no tiene sustento ni ambiental, ni económico”.
El empresario aseguró que todo lo anterior, aunado a factores internacionales, ha hecho que la economía nacional crezca a los niveles más bajos de la década. “En el primer trimestre de 2019, la economía se contrajo en 0.2% respecto al periodo anterior, principalmente debido a una caída en la inversión”.
Destacó que mientras por un lado la inversión no siente confianza para invertir ante las decisiones del gobierno, el último dato del Inegi sobre inversión muestra que, en marzo, ésta disminuyó 5.9% con respecto al año pasado y el componente de construcción llegó a su nivel más bajo en ocho años.
“Los recortes al empleo del gobierno han reducido la capacidad de consumo. El principal motor de la economía, la generación de empleo formal registra niveles alarmantes bajos. Durante los primeros cuatro meses de este año se crearon 300 mil empleos en todo el país, la cifra más baja desde hace seis años”, subrayó.
De Hoyos Walther consideró que es momento de corregir el camino. “Es urgente mejorar la toma de decisiones de política pública. Se debe procurar la sostenibilidad financiera del país gastando de forma eficiente, buscando en cada inversión los más altos retornos económicos y sociales”.
En este sentido, agregó que los grandes proyectos de inversión necesitan estar apegados a los más altos estándares técnicos, ambientales y legales, así como contar con claridad en su ejecución y viabilidad financiera. “Se debe impulsar una política energética acorde con la tendencia global, no apostando al pasado”.