Una vez más quedó demostrado que la voz que pudiera tener el gobierno de Carlos Orsoe Morales en las decisiones importantes para la ciudad, no importan a sus pares.
Tras anunciarse una importante obra vial al Poniente de Tuxtla Gutiérrez, se supo que la administración municipal ni siquiera fue avisada y mucho menos tomada en cuenta para aportara ideas para la misma.
Al respecto, la 8va Regidora del cabildo tuxtlleco, Adriana Guillén, al hacer uso de sus facultades, externó su preocupación por las secuelas que provocará esta obra a colonos y comerciantes de la zona.
«El proyecto no fue presentado ante este Cabildo y por consiguiente tampoco socializado con representantes de la sociedad civil hasta la culminación de la planeación, o sea, se saltó directamente al anuncio de la obra», dijo.
En opinión de Guillén Hernández, lo anterior refelja poca disposición al diálogo para encontrar soluciones eficientes a los problemas de movilidad que enfrenta el Municipio.
Dio a conocer que en días pasados recibió a representantes de diversos colectivos y organizaciones locales, quienes expusieron las razones por las que dicha obra se tendría que reorientar.
Subrayó que independientemente de los señalamientos en términos de movilidad, accesibilidad, seguridad vial y conservación del paisaje urbano, es preocupante que no se consideren otros elementos.
«Estos trabajos significarán el cierre de negocios, difícil accesibilidad a las viviendas y riegos de daños estructurales que podría generar a casas-habitación, principalmente para los ubicados a Caña Hueca», detalló.
Insistió que el procedo no fue dialogado con el Cabildo, del cual se podrían derivar algunas acciones en defensa de la ciudadanía, que ya no quiere vivir las consecuencias de obras como en años pasados.
Pidió a Orsoe Morales que con base a sus facultades solicite una reunión con la Secretaría de Obras Públicas para que aporte mayor información al relación al proyecto, a fin de realizar las precisiones correspondientes.