DW
El sindicato mundial de jugadores de fútbol profesional (FIFPro) se mostró «conmocionado» por el riesgo de condena a muerte en Irán del futbolista iraní Amir Nasr-Azadani, de 26 años, ligado a las manifestaciones que sacuden el país desde hace tres años.
«FIFPro está conmocionado y asqueado por las informaciones según las que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani podría ser ejecutado en Irán después de haber hecho campaña por los derechos de las mujeres y las libertades fundamentales en el país. Somos solidarios con Amir», escribió el sindicato el lunes en su cuenta de Twitter (ver foto principal).
Esta reacción llega tras el clamor provocado en el extranjero después de la ejecución en Irán en los últimos días de dos jóvenes arrestados durante las manifestaciones originadas por la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años que falleció tras su arresto por la policía de la moral, por infracción del estricto código de vestimenta de la República islámica.
Amir Nasr-Azadani, defensa del club iraní de Iranjavan y que ha llegado a jugar en los Sub-16 de la selección nacional, inició su carrera como futbolista en el equipo de Teherán, Rah-Ahan, con el que hizo su debut en la Premier League iraní.
La protesta se globaliza
La protesta por la posible ejecución de Nasr-Azadani creció este 15 de diciembre, cuando varios futbolistas internacionales de renombre se sumaron a la indgnación.
Uno de los primeros fue el colombiano Radamel Falcao. «Esto es inaceptable», dijo el goleador.
Marc Bartra, ex del Borussia Dortmund y del FC Barcelona, también criticó la indiferencia ante el caso de Nasr-Azadani.
Borja Iglesias, delantero del Real Betis de España, se pronunció a favor de la libertad de expresión y condenó la posible sentencia contra Amir Nasr-Azadani.
El jugador iraní también recibió apoyo de Óliver Torres Muñoz, jugador del Sevilla FC.
La exestrella internacional iraní Ali Karimi, ferviente defensor de las manifestaciones, apoyó al futbolista con un tuit: «No ejecuten a Amir».
El jefe de la Autoridad Judicial de Ispahan (centro-oeste), Abdullah Jafari, indicó el domingo que el futbolista, detenido desde el 18 de noviembre, estaba acusado de pertenecer a un grupo de nueve personas que trataron de atacar los «fundamentos de la República islámica de Irán», según la agencia Isna. «Amir y otras tres personas son el origen de una protesta que se produjo el 16 de noviembre en Ispahan» durante la que tres agentes de seguridad murieron, según Jafari.