Entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población del país en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%
En México se reportan 55.7 millones de personas en situación de pobreza, 10.8 millones de ellos en pobreza extrema; empero los indicadores de Bienestar Económico advierten que son 66.9 millones quienes tienen un ingreso inferior a la línea de bienestar (Coneval 2021), es decir, no ganan lo necesario para satisfacer sus necesidades básicas.
Entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población del país en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%, mientras que el número de personas en esta situación pasó de 51.9 a 55.7 millones de personas. En términos de carencias sociales, el cambio entre 2018 y 2020 fue un preocupante aumento de 12.0 puntos.
De los seis indicadores de carencias sociales que mide el índice multidimensional de la pobreza (rezago educativo, servicios de salud, seguridad social, calidad de la vivienda, servicios básicos y alimentación), la mitad empeoraron: la población en pobreza alimentaria pasó de 27.5 a 29.6 millones; el rezago educativo aumentó de 23.5 a 24.4 millones y la población que no tuvo acceso a los servicios de salud pasó de 20.1 a 35.7 millones.
Un análisis de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señala que hoy, el 70 % de la población que nace en los 2 quintiles socioeconómicos más bajos, permanece ahí, con pocas posibilidades de superar esas condiciones (movilidad).
Para el cierre de este año, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) calcula que los pobres en México serán 58.1 millones; considerando que las mujeres son más del 50 por ciento de la población, el problema aumenta por la falta de oportunidades.
En este sentido, el organismo patronal destaca que el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PPEF) plantea destinar el próximo año 600 mil 321.9 millones de pesos (mdp) a 16 programas sociales que el gobierno federal considera prioritarios.
Se estima asignar a la Secretaría del Bienestar 32% más recursos en términos reales, pasando de los 308 mil millones de pesos presupuestados en 2022 a 408 mil millones para 2023. Es decir, son cantidades multimillonarias destinadas a transferencias, apoyos y becas.
En contraste, el gasto educativo estará por debajo de los niveles pre-pandemia, ya que solo se incrementaría en 4.5% respecto a 2022 y en Educación Básica, no se etiquetó presupuesto para abatir los efectos de la pandemia pese a que este nivel educativo concentra al 73.1% de la matrícula escolar.
La Confederación enfatiza que la política social si bien ha sido eficaz en términos políticos no ha cumplido con su principal objetivo social y reconoce que los programas sociales son necesarios ante la pobreza y desigualdad que existe en el país, empero propone un cambio de objetivo: en lugar de que sea la entrega directa de dinero, que este sea solo un medio.
