ZOÉ ROBLEDO
Desde épocas de la Colonia, por su riqueza natural y productiva, el Soconusco fue ambicionado por muchos.
Uno de ellos, quizá el más célebre pretendiente, fue Miguel de Cervantes Saavedra que —en 1590– pidió al rey Carlos V de España lo designara “responsable de la gobernación”. Y pensemos en ello un momento: si aquella solicitud hubiera prosperado, El Quijote muy probablemente se habría escrito “en algún lugar del Soconusco…” Lo que sí se ha escrito en esta región —y es la historia que nos convoca hoy— es el nacimiento del IMSS en Chiapas.
Mediante decreto publicado el 21 de mayo de 1956 en el Diario Oficial de la Federación se determinó establecer los beneficios de la seguridad social en tierras del Sur. En agosto de aquel mismo año inició la primera inscripción general de patrones y trabajadores urbanos y del campo, de Tapachula, Cacahoatán, Frontera Hidalgo, Huehuetán, Huixtla, Mazatán, Metapa, Suchiate, Tuxtla Chico, Tuzantán y Unión Juárez.
Debido a que los municipios del norte eran atendidos por la delegación de Tabasco, esto por la poca o nula conectividad terrestre, en Tapachula, la Perla del Soconusco, se estableció una delegación regional que, con el respaldo de la Unión Médica del Sureste, puso en marcha su primera clínica el 27 de septiembre. Un año después se estableció un primer hospital con apenas 12 camas.
El planteamiento: beneficiar a 60 mil personas (18 mil asegurados y 42 mil beneficiarios). Pasaron 12 años para que la delegación regional del IMSS en Tapachula construyera y abriera las puertas del Hospital General de Zona Número 1, en 1968.
El águila de la seguridad social voló al Sur y extendió sus alas para atender la vieja demanda de protección y bienestar: de los ferrocarrileros y estibadores con el HGSZ Nº 15 en Tonalá, en 1962; de los trabajadores de los proyectos hidroeléctricos con el HGZ Nº 2 en Tuxtla Gutiérrez, en 1975; y de los cañeros con el HGSZ Nº 19 en Huixtla, en 1984.
Además, en 1979 nació el brazo solidario del IMSS: el programa IMSS Coplamar —hoy IMSS-Bienestar— para brindar atención médica gratuita a la población sin seguridad social, a la que menos tiene y por lo regular vive en los lugares más apartados y de difícil acceso. Mediante el Modelo de Atención Integral a la Salud se vincula la prestación de servicios médicos con la participación activa y corresponsable de la comunidad en el autocuidado, la prevención de enfermedades y la promoción de la salud.
Desde entonces en el IMSS Chiapas, en ambos regímenes, han nacido 2,414,000 chiapanecos y chiapanecas; se han realizado 1,094,013 cirugías; 141,961,030 consultas de medicina familiar; 15,619,902 consultas de especialidad y —desde 1991– se han aplicado 53,540,423 dosis de vacunas a niños y niñas.
En 66 años de historia pasamos de 12 a 403 camas hospitalarias y de 4 a 43 especialidades médicas. En 66 años, el IMSS es el principal instrumento de la seguridad y solidaridad social para las y los chiapanecos. En 66 años hemos enfrentado sismos, inundaciones, vendavales privatizadores y, en su historia contemporánea: la pandemia por COVID-19, el histórico proceso de vacunación que nos llevó del último lugar a la inmunidad de rebaño, y hoy un reto que nos convoca a todos y todas: la transformación del sistema de salud para garantizar atención médica y medicamentos gratuitos.
Aquí se concentran las aspiraciones del presente: seguridad social como elemento del estado de bienestar, acceso a la salud como derecho y nunca más un privilegio, y medicina preventiva para el disfrute de la vida. ¿Qué sigue? Crecer en infraestructura, mejorar en los servicios que brindamos, construir juntos el mejor IMSS en la historia de Chiapas: un IMSS más seguro y más social, un IMSS con rumbo y porvenir.