La brecha educativa tras la pandemia se visibiliza con dolorosas consecuencias, pues 1.4 millones de estudiantes de educacioìn baìsica abandonaron las aulas en los uìltimos dos ciclos escolares (2020-2021, 2021-2022), alertó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Consideró que aunado a esta compleja realidad, debe considerarse la falta de inversioìn para asegurar la universalidad de la educacioìn y que hoy el sector educativo enfrenta la implementacioìn de nuevos planes y programas de estudio ampliamente cuestionados en forma y fondo.
El organismo señaló que cualquier actividad, estrategia, programa, iniciativa o poliìtica que se implemente debe tener una profunda planeacioìn y aprovecharse las bases y las experiencias exitosas obtenidas por deìcadas, evitando pensar en una radical demolicioìn y refundacioìn institucional.
Al respecto, señaló que algunos un ejemplo de las deficiencias en los nuevos planes es la supresioìn de la evaluacioìn. “Es inconveniente eliminar, por ejemplo, la evaluacioìn. Aunque los resultados de eìsta puedan resultar incoìmodos para algunos actores, es una parte fundamental de un proceso de mejora continua y de medicioìn de avances”.
Y remató en el mismo sentido. “Sin una evaluacioìn pertinente de los conocimientos que van adquiriendo los alumnos seriìa imposible asegurar la calidad de la educacioìn que reciben y su propia formacioìn en el tiempo”.
Dio a conocer que otro aspecto controvertido del nuevo marco curricular y su plan de estudios, es la descalificacioìn constante que autoridades federales hacen de los esfuerzos de deìcadas anteriores tanto de Planes y Programas de Estudios, como de los materiales que se propusieron en su tiempo.
“Esto se agrava ante las inconsistencias en la aprobacioìn del nuevo esquema, generando desaliento y desconfianza entre los supervisores, directivos y docentes”, anota y lamenta que el documento denominado “Marco curricular”, que se modificoì cinco veces, hasta que finalmente se presentoì en agosto pasado como Plan de Estudios para la Educacioìn Preescolar, Primaria y Secundaria, es una propuesta poco pertinente.
“La prioridad del gobierno deberiìa ser atender y revertir el gran abandono escolar, la peìrdida de aprendizajes imprescindibles o su empobrecimiento, y el rezago educativo”, sostuvo el organismo.