El organismo rechazó tener una cantidad exacta de las pérdidas económicas que genera el comercio informal
Mil 300 vendedores ambulantes sólo en el Centro de Tuxtla Gutiérrez -según las más recientes cifras de un sondeo- ahogan al comercio establecido de esta ciudad y el Municipio local no tiene la fuerza de tarea para erradicarlo, señaló Hugo Armando Porras Pérez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).
El dirigente calificó como difícil que la autoridad municipal desarrolle un programa para erradicar este tema. “Si se llegara a acabar el ambulantaje, después habrá que pensar a dónde van a parar las personas que se dedican a esto, y podría derivar en un problema social más grave”, subrayó.
Señaló que el organismo siempre ha promovido la regularidad. “Hemos buscado que los informales entren a la legalidad, pero este problema creció más derivado de la pandemia por Covid-19, pues muchos encontraron la forma de subsistir vendiendo productos en las calles, ante la crisis económica que originó la cuarentena alargada”.
Detalló que este problema se puede estudiar desde diferentes aristas. “Una de éstas es que ocupa un espacio público y restringen el libre tránsito de los transeúntes que corren un peligro eminente al tener que bajarse de las aceras para poder continuar caminando”, detalló el empresario.
Por otro lado, Porras Pérez rechazó estar en contra de que las personas procuren hallar la forma de llevar el sustento a sus hogares, empero, señaló no concordar que en el ánimo de llegar a estos logros, quienes se dedican a esta actividad terminen violentando los derechos de terceros“, dijo.
Desde su particular perspectiva, le mecánica para atacar la informalidad es exhortándolos a que se conviertan en comerciantes legalmente establecidos, donde tendrían beneficios como la seguridad social aunque éstos sean limitados, además de poder obtener un crédito para vivienda a bajos intereses.
Sobre el quebranto económico que generan los ambulantes al comercio establecido, el líder de Canaco señaló que es complicado cuantificarlo. “Al tratarse de personas que están fuera de control, no se puede conocer el daño exacto. Cuando se puede medir algo es porque se cuenta con una Data que permite llevar un seguimiento”.
Sin embargo, dio a conocer que si hay cifras de la informalidad en la entidad la cual llega actualmente a 68.2%, un punto porcentual menos que la que se registró el año pasado. “Se sabe que esta situación es difícil de controlar y aunque da de comer a miles de familias, afecta de alguna manera u otra a miles más”.
