Es falso que la situación financiera del PRI en Chiapas sea estable; la misma representación del partido ante el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) reconoce que tiene “el agua hasta el cuello”, porque nadie, ni siquiera esta administración, se ha preocupado en buscar soluciones.
El consejero político estatal, Alfredo Araújo, señaló que, además del descuento de 25 por ciento que el IEPC realiza al PRI por concepto de multas (equivalente a poco más de 250 mil pesos mensuales), persiste una deuda de 9.8 millones de pesos que ya fue admitida públicamente por Rubén Zuarth Esquinca, quien se asume como presidente de ‘tricolor’ en el estado.
“Con estos datos, nadie puede afirmar que hay finanzas sanas; al contrario, hay una grave crisis económica que contribuye a que el partido se dirija a su extinción, puesto que la actual dirigencia no tiene plan alguno para hacer frente a la problemática, rumbo a 2024”.
Apuntó que, si bien no toda la deuda corresponde a esta administración, el 50 por ciento (4.4 mdp) se generó en los últimos dos años, desde que Zuarth tomó la dirigencia; sin que éste haya presentado mecanismos de ahorro o de captación de ingresos para liquidar aunque sea la mínima parte.
“La atención y esfuerzos del dirigente estatal del tricolor están enfocados en asegurar para él y su familia los pocos espacios políticos que le quedan al PRI”, comentó.
Enfatizó que no es descabellada la idea de crear una comisión revisora de la situación financiera que guarda el PRI, distinta a la que existe actualmente en el Consejo Político Estatal, e integrada por expresidentes del Comité Directivo, para garantizar mayor transparencia, dado los cuestionables resultados que se han presentado en la revisión y manejo de los recursos de este instituto político.