Excelsior
Hay que bajar al poeta del pedestal. Y si no quiere hacerlo, pues ahí que se quede para que lo caguen los pajaritos”, dice a Excélsior el poeta Óscar Oliva (Chiapas, 1937), ganador del Premio Nacional de Artes y Literatura 2021 en el campo de la Lingüística y Literatura, y quien pide una entrevista breve, porque le duele la garganta y hace poco fue diagnosticado con SARS-CoV-2, aunque los síntomas son leves.
La piel del poeta me estorba y no quiero tenerla, prefiero que me identifiquen como lo que soy: alguien común y corriente, un hombre que se despierta, desayuna, va al baño, realiza sus tareas y se sienta en la computadora a escribir, a investigar y a averiguar las crisis de la civilización que existen desde hace mucho”, expone el autor que recién publica Poesía de la Perseverancia. Antología personal (UNAM) y Escrito en Tuxtla (Aldous Editores).
Sobre el Premio Nacional de Artes y Literatura 2021 dice lo siguiente: “Lo recibo con gran alegría, sobre todo porque mi candidatura la hizo el Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura, de mi ciudad natal.
Entonces, es una gran satisfacción, porque significa que en Tuxtla Gutiérrez y en muchas partes de Chiapas me conocen, me leen y, sobre todo, me quieren”.
El premio, acepta, reconoce su obra poética, la cual está llena de ecos y de resonancias de otras poesías. “Mi poesía viene de una tradición, desde el primer canto que se escribió en esto que llamamos español; y soy heredero o he tratado de serlo de la poesía medieval castellana, mística, del Renacimiento y barroca. También le debo mucho al modernismo que encabezó Rubén Darío, uno de los grandes poetas que ha tenido nuestra lengua”.
Óscar Oliva destaca lo que significa, para él, ser poeta. “No me gusta la idea de la piel del poeta, porque se ha idealizado su figura y su trabajo y, a menos que piensen lo contrario otros compañeros que escriben poesía, creo que es un trabajo común, como el de un artesano que pone su inteligencia y su creatividad para hacer un objeto”, asegura.
El trabajo de un poeta es lo mismo que el de un químico, un matemático o de un hombre de ciencia, porque seguramente la poesía también capta estas crisis, como la que estamos hablando, del gran drama de la pandemia. Sin embargo, ésta tampoco nos debe asustar porque siempre ha estado en la humanidad y de muchas maneras la humanidad ha combatido las grandes pestes que se han dado en diversos espacios en nuestro planeta”, concluye el poeta chiapaneco.