En al menos ocho entidades del país, militantes han alzado la voz para denunciar que Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, ha intervenido, violando el derecho de la militancia, para imponer a dirigentes estatales a modo, dinamitando a los sectores que integran el partido y llevando a éste a una derrota segura en las elecciones de este 5 de junio.
En Guanajuato, Sergio Santibañez Vázquez y Larisa Solórzano Villanueva señalaron que Moreno Cárdenas metió mano para que Ruth Tiscareño siguiera al frente del partido en esa entidad, a pesar de los pésimos resultados electorales que entregó, y aun cuando antes ya había sido criticada por adjudicarse una diputación plurinominal que no merecía.
De la misma forma, en marzo de 2022 se consumó la imposición de Guillermo Valencia Reyes como dirigente del PRI en Michoacán, donde la Comisión de Asuntos Internos dio paso a una sola planilla, cerrando toda posibilidad a otras fórmulas; situación que obligó a los priistas a buscar nuevas opciones de participación política.
La historia se ha repetido en Chiapas, San Luis Potosí, Baja California Sur, Morelos, Jalisco y Sonora; en esta última entidad, el 25 de mayo de 2022 un grupo de militantes envió una carta a Alejandro Moreno donde le exigen que sean las bases quienes decidan libremente a quienes serán sus dirigentes.
“Si queremos reinventarnos rumbo a las siguientes elecciones, el PRI no puede continuar con los mismos procesos autoritarios disfrazados de unidad; no escuchar a la militancia nos hizo mucho daño y no podemos seguir con esa tónica”, sentenciaron.
Y es que, en estas entidades, como en Chiapas, donde el militante Alfredo Araujo Esquinca denunció la imposición de Rubén Zuarth Esquinca como presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PRI, se emitió una convocatoria amañada y a espaldas de los militantes, para que una fórmula única pudiese registrarse, encabezadas todas por allegados a Alejandro Moreno.
En todos los casos han identificado a Moreno Cárdenas como el artífice de estos fraudes que ya se dirimen ante los tribunales electorales; y como el responsable de llevar al partido a una derrota inminente en estas elecciones como en las de 2024, debido a que la militancia está desencantada; situación que incrementa el riesgo de la pérdida del registro.