México ocupa el primer lugar a nivel mundial en producción y distribución de pornografía infantil
MANUEL MONROY
Elena Rosario Torres Villanueva, presidenta de la Fundación Internacional “Granito de arena” urgió al Congreso del estado a aprobar la iniciativa para tipificar como delito el ciberacoso sexual infantil mejor conocido como grooming, pues tan sólo en el mes de marzo recibimos el reporte de tres casos de esta problemática en Tuxtla Gutiérrez.
Tras comentar que México ocupa el primer lugar a nivel mundial en producción y distribución de pornografía infantil, adelantó que en Chiapas apenas se están empezando a hacer diagnósticos sobre esta problemática, uno de los cuales permitió conocer que en Raudales Malpaso, aproximadamente 95% de los niños tienen celular, herramienta que es la puerta de entrada para que puedan ser abusados por pedófilos.
“Es asombroso que siendo tan menores, los chamaquitos ya tengan un móvil, muchas veces hasta mejor que el usado por los padres, quienes aseguran estar preocupados porque nadie les haga daño a sus hijos, pero al darles un dispositivo fomentan que éstos puedan relacionarse vía internet con personas que se pueden hacer pasar por “amigos””, dijo.
Sobre la iniciativa que se presentó en el Congreso del estado desde diciembre de 2018, la cual busca sancionar a quienes realicen esta práctica, confío en que cuando sea dictaminada se apruebe de manera unánime. “Este problema ya es delito en países como Alemania, Argentina, España, Costa Rica, por lo que México no debe quedarse atrás”.
Sobre las sanciones que la propuesta legislativa maneja contra el ciberacoso, detalló que éstas van de los tres a cinco años de prisión, según sea el delito, empero, consideró que el castigo podría ser mayor. “Si ya es difícil sancionar el abuso sexual no cibernético, este otro debe dar el ejemplo, pues todos ya nos comunicamos mediante internet”.
Recordó que una medida de prevención que el organismo que preside ha abanderado desde hace mucho es la restricción del uso de dispositivos electrónicos a los niños, empero, aceptó que esta medida es ya imposible. “El ejemplo lo tenemos al ver que hay padres que compran mejores celulares a sus hijos que los que ellos usan”.
En este sentido, aseveró que mientras los adultos son “migrantes tecnológicos”, la nueva generación son “nativos tecnológicos”, es decir, crecieron con esta tecnología, amén de que los padres de hoy son mucho más permisivos que los de generaciones pasadas.
