MANUEL MONROY
“Chiapas es un ejemplo doloroso de como en México no solamente la paridad no echó raíces, sino que el Estado no fue capaz de garantizar que estas mujeres ejercieran su derecho a ostentar el poder”, afirmó Cecilia Lavalle Torres, periodista y capacitadora en derechos humanos de las féminas.
Tras su arribo a Tuxtla Gutiérrez, la experta se trasladó al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), donde ofreció una plática sobre el tema, no sin antes abordar diferentes tópicos con los representantes de los medios de comunicación locales.
“El estado está obligado a garantizar condiciones de igualdad, pues si la otra mitad de la población en México (entiéndase mujeres), no tiene la forma de desarrollar todo su potencial, esté país no va avanzar ni en la 4ª, ni en la 5ª y ni en la 10ª transformación”, afirmó.
A pregunta expresa si los derechos políticos de las féminas están plenamente garantizados en tierra azteca, la experta aseguró que la ley ha avanzado notablemente. “Comparado con el escenario que había en el 2002, por ejemplo, hemos dado saltos cuánticos”, dijo.
Recordó que al legislarse en el 2014 la paridad de género se dio un avance importantísimo en la garantía de los derechos políticos de las damas, empero, la paridad no ha echado raíces. “Esta situación ha avanzado de diferentes maneras en distintos estados del país”.
“En números vamos avanzando tanto en Chiapas como en otros estados de la República, pero eso no significa que se avance en el real ejercicio del poder”, subrayó y lamentó que esta situación ocurra también en entidades como Oaxaca y Guerrero, donde no se permite a la mujer desarrollarse.
Sobre Chiapas, Lavalle Torres lo calificó como una entidad particular. “Una de las cosas más complejas es que en 1953, el Estado no garantizó el derecho al voto a mujeres de muchísimas comunidades; ahora en el 2014 la obliga a paridad, pero no hubo transición entre el ‘te ordeno que no votes’, al ‘ahora puedes ser electa funcionaria municipal’”, aseveró.
