ÉDGAR HERNÁNDEZ RAMÍREZ
Al “jaguar negro” se le está destiñendo el pelaje. El hábitat donde solía estar seguro y le era propicio alimentarse y avizorar un buen crecimiento, ahora le es hostil. Se le nota inquieto y estresado. La ruta a la cima que todos los días vislumbraba, se ha desdibujado y el felino ya da signos de mudanza a territorios inciertos y agrestes.
Al sumarse a la Comisión Especial del Senado para investigar probables abusos de autoridad y violaciones al Estado de derecho en Veracruz, auspiciada por el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, el senador chiapaneco Eduardo Ramírez Aguilar ha tomado una decisión que trasciende la defensa del secretario técnico de la Jucopo, José Manuel del Río Virgen, detenido en el puerto por su presunta responsabilidad intelectual del asesinato –en junio pasado— de Remigio Tovar, candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Cazones de Herrera.
La decisión de Ramírez Aguilar está calculada en función del juego sucesorio de la gubernatura del estado de Chiapas en el 2024. El político comiteco, secretario de Gobierno con Manuel Velasco, ya intuyó que lograr la candidatura por Morena será muy difícil y por eso ve conveniente aliarse con Monreal, un aspirante presidencial que también tiene claro que le será muy complicado superar a otros contendientes morenistas más fuertes como la jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum, y el canciller Marcelo Ebrard.
La decantación hacia el establo del senador zacatecano, coloca a Eduardo Ramírez en la línea rupturista, el escenario que se perfila para la lucha presidencial y que tendría como principal protagonista Ricardo Monreal. El partido que los cobijaría en su aventura también está definido: Movimiento Ciudadano, cuyo dirigente nacional es Dante Delgado Rannauro, el senador que preside la Comisión Especial creada por Monreal para presionar al gobierno de Veracruz a que libere a Del Río Virgen, también perteneciente a dicho partido.
Lo preocupante es que el caso tiene resortes desestabilizadores en el Senado que podrían obstaculizar la aprobación de la prioritaria reforma presidencial de la industria eléctrica. Ya Ramírez ha advertido que en el momento en el que se intente formalizar ante el pleno la creación de la Comisión Especial, podría haber una división y una crisis en la bancada mayoritaria conformada por Morena. Y también recientemente lanzó una iniciativa que propone que en el ejercicio de la revocación del mandato, el número de casillas receptoras de voto se reduzca al 50 por ciento, una idea más alineada a los intereses del Instituto Nacional Electoral que a lo que determina la ley y a lo que sostiene el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Eduardo Ramírez Aguilar está jugando en campo minado, y si continúa por la vía rupturista, probablemente estemos viendo el principio de la extinción de su carrera política en la búsqueda de la gubernatura de Chiapas.
