Sin Embargo
El Yunque, una organización católica y de ultraderecha que por muchas décadas mantuvo su fortaleza en su secrecía, ha formado militantes, “mitad monjes, mitad guerreros”, para el combate político en México con el único objetivo de buscar instaurar, por la vía de la toma del poder político, un régimen muy parecido al que existía en España con Francisco Franco, quien gobernaba a lado de la Iglesia.
Ciudad de México, 7 de septiembre.– El Yunque y sus integrantes eran un ente que quería cambiar al mundo, pero desde la llegada de Vicente Fox y luego con Felipe Calderón se volvió una agencia de colocaciones “igualita al PRI, pero más pendejos” para la gente confianza, para los que obedecían, pero no para quienes era competentes, dijo esta noche Luis Paredes Moctezuma, exalcalde de Puebla del 1 de febrero de 2002 al 31 de enero de 2005 y miembro de esa organización secreta por más de tres décadas.
Entrevistado en el programa “Los Periodistas”, que conducen Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela en SinEmbargo al Aire por la plataforma de YouTube, Paredes Moctezuma, quien nació en Puebla el 14 de octubre de 1951 y comenzó a militar en El Yunque desde muy joven, narró desde su experiencia detalles de la operación de esta organización de ultraderecha.
“Después de más de tres décadas de militancia en la organización, lógicamente tengo aún amigos que militaron o militan, y tengo información que no fácilmente se puede obtener de otra forma. ¿Qué puedo decir? Lo más interesante es que la organización se perdió en la lucha por puestos burocráticos y no por en una verdadera lucha por el poder. La inmensa mayoría de los militantes de la organización y, desde luego, sus jefes, piensan que sobarse el trasero en una curul es estar en el poder, pero ciertamente un Diputado o un Senador no tiene prácticamente ningún poder. El Alcalde de San Juanito Chipitongo [en Puebla] tiene más poder que un Diputado. Están peleando normalmente por las plurinominales, no veo una clara vocación de poder e insisto en lo que digo en el libro [Los secretos del Yunque : historia de una conspiración contra el Estado mexicano]: la organización no ha tenido una respuesta que la historia le exigía”, dijo el político panista y empresario.
–Por un lado, me gustaría que me dijera: ¿usted todavía participa de las reuniones del Yunque, don Luis? Y, por otro lado, ¿quiénes son los miembros activos del Yunque el día de hoy? –le preguntó Páez Varela.
–Bueno, desde luego tiene muchísimo tiempo que no participo en ninguna reunión de la organización del Yunque. Por esa misma razón no puedo asegurar quiénes están y quiénes no están. Puedo inferir pero desde luego no puedo asegurarlo contundentemente –respondió Paredes.
–Ahora, Luis Paredes, hoy nada menos que el secretario general en funciones de presidente del Comité Nacional del PAN, Héctor Larios Córdova, es un miembro juramentado del Yunque… –comentó Delgado Gómez.
–De eso no me cabe duda Álvaro, de eso no me cabe duda –repitió el también promotor de la fundación de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), semillero del Yunque y donde se tituló como arquitecto, obtuvo la Maestría en Urbanismo e impartió la cátedra de Diseño Urbano de 1973 a 1991.
“Si bien no tengo elementos absolutamente firmes, no me cabe duda el caso de Héctor Larios; no me cabe duda el de Cecilia Romero; no me cabe duda de algunos otros altos personajes del PAN que, sin duda, son parte de la organización del Yunque”, agregó.–Bueno, y lo han presidido Luis Felipe Bravo Mena, Manuel Espino, César Nava, Cecilia Romero. Pero, además de ellos, los jefes generales; el jefe general emérito, José Antonio Quintana Fernández, Bernardo Ardavín, Guillermo Velasco Arzak… ¿siguen siendo ellos; Luis, los jefes o han pasado al retiro? ¿Qué percepción tienes?
–Mira, mi percepción en torno a Toño Quintana, a quien conozco bien: tenía una gran autoridad moral sobre la organización en Puebla y, obviamente, sobre la organización a nivel general, en la medida en que llegó Ardavín y luego Velasco Arzak y lo fueron relegando; también su edad no le ayuda. Y yo hoy considero que Toño Quintana no tiene ya la fuerza ni la autoridad que pudo tener después de que fue el jefe general de la organización –expuso Paredes Moctezuma.
–Nada menos que en Puebla, el próximo Presidente Municipal de la capital, que aplastó a Morena, me refiero a Eduardo Rivera Pérez, quien es miembro del Yunque, va a tener ahora el poder. Y muy probablemente en la elección estatal de 2024, ante el fiasco de Luis Miguel Barbosa, puede convertirse en un Gobernador más de los que ha tenido El Yunque. ¿Tú lo ves por ahí? –le inquirió Delgado.
–Pienso que más que Eduardo ganar la elección perdió Claudia [Claudia Rivera Vivanco, de Morena], y perdió Claudia porque Luis Miguel Barbosa se le fue encima los tres años, le hizo de todo, la bloqueó y además, también hay que decirlo, ella no es una mujer que tuviera una idea clara de lo que había qué hacer en el Gobierno de la ciudad, que la gente de su equipo tampoco tenía idea de lo que había qué hacer con la ciudad y Puebla perdió tres años. Y luego llega Eduardo, quien llega con la idea de pavimentar mil calles, lo cual no deja ver una gran imaginación; me parece que en su equipo hay gente competente y la dejen trabajar porque lo que ha sucedido en la organización, lo mismo que sucede en Morena, es buscan más obediencia y lealtad que competencia. Ciertamente entre la gente que veo llegar con Eduardo hay dos o tres que sí me parecen competentes y con ideas, y espero que puedan hacer bien su chamba –dijo quien también fuera aspirante al Gobierno de Puebla.
“Luego, cómo veo a Eduardo respecto del Gobernador Barbosa. Los candidatos probables por Morena, uno sería el Senador Alejandro Armenta y el otro sería Nacho Mier, el presidente de la Cámara Baja, pero ninguno de ellos dos es del equipo de Barbosa. Entonces, puede ser que por ahí surgiera alguien, porque de la gente de Barbosa su candidato natural no la hizo ni para Alcalde, de manera que no veo a alguien de su absoluta confianza que pueda impulsar. También no veo que él controle a su partido en el estado, de manera que ahí le puede brincar Armenta o le puede brincar Nacho Mier. Pero, por otro lado, en su partido no tiene a nadie entonces una alternativa es Eduardo Rivera, con quien además entiendo tiene lazos de familia, han sido compañeros diputados. Entonces no descartaría que la carta del Gobernador Barbosa fuera Eduardo Rivera Pérez.
“Ahora, por otro lado, si Eduardo Rivera no es su carta, Barbosa le va a hacer a Eduardo lo mismo que le hizo a Claudia Rivera, de manera a lo mejor más discreta, pero no lo va a dejar crecer. Eso habrá qué ver lo primero que vaya sucediendo para tener una idea más clara al respecto”, expuso.
–Don Luis, a lo mejor para usted y para el mismo Álvaro, que han escrito tanto y están tan empapados del Yunque, hay preguntas que le pueden parecer muy obvias, pero para nosotros los que somos villamelones en el tema, me gustaría que me describiera. Cuando pienso en El Yunque es una organización que está buscando tomar el poder de alguna manera. Pero, ¿cómo era una reunión del Yunque?, ¿qué temas se trataban allá adentro?, ¿cómo se discutía?, ¿era en un lugar público, en uno privado, en una casa de ustedes, tenían lugares asignados?, ¿cómo eran estas reuniones del Yunque, don Luis? –le preguntó Páez.
–Bueno, es divertido hablar de esto. Generalmente nos reuníamos en la casa de alguien. No eran reuniones masivas, eran reuniones de no más de 10, por mucho 12 y generalmente ocho, y había una orden del día donde se hablaba de información. O sea, se decía vamos a intercambiar información, qué es lo que se sabe.Y bueno, se compartía lo que cada quien sabía y lo que llegaba de otros ámbitos de la propia organización. Luego se hablaba de jóvenes, de afiliaciones, ya de los grandes no era un tema: básicamente de adultos el tema de adultos era analizar la información local, nacional e internacional, e intercambiar información de importancia para el grupo que estaba –explicó.
“Los grupos tenían áreas de competencia. Por ejemplo, había una estrategia del Yunque en el PAN y, entonces, quienes ahí se reunían era gente que estaba enclavada en el PAN, pero también había… –fui presidente de la Cámara de Comercio, fui presidente del Colegio de Arquitectos de Puebla– y en esos ámbitos se analizaba lo que sucedía en la Cámara, lo que sucedía en el Colegio, lo que sucedía en el ambiente empresarial. Luego fui directivo de DHIAC [Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana], entonces ahí veíamos cómo andan las relaciones con otros organismos. El DHIAC fue importante para tener interlocución con otras fuerzas políticas y también para saber qué pasaba dentro del propio PAN –porque aún no se tenía el control del PAN–, qué pasaba con el PRI y con otras fuerzas políticas. Y esas eran más o menos las reuniones y los temas que se abordaban”, expuso Paredes.
–Don Luis, las estrategias de captación de nuevos miembros, por ejemplo, ¿cómo se discutía? Y le quiero preguntar esto: ¿El Yunque tuvo o tiene presencia en otros partidos políticos, como el PRI? Además de, ¿cómo era la estrategia para reclutar, por un lado, y cómo se determinaba –o se determinó en un momento– entrar a otros partidos políticos que no fueran solamente el PAN? –le planteó Páez.
“Mira, yo estoy en El Yunque desde muy joven, entonces lo que hacíamos era ver los liderazgos naturales que se daban en la universidad y era a quienes abordábamos, platicábamos con ellos, veíamos si había afinidad ideológica y se les incorporaba a la organización. Ya siendo adultos, estoy hablando de gente de 30, 40 años o más, su liderazgo, su posicionamiento social, su consistencia ideológica, iba permitiendo ver que era gente con la que teníamos que contar y a los que había que incorporar. Y así fue: se fue incorporando gente y algunos incluso no entraban a la organización pero se mantenían muy cercanos a ella, por ejemplo Vicente Fox, para hablar de alguien muy en concreto, y otros líderes empresariales…”.
–Manuel Clouthier –le interrumpió Delgado.
–Clouthier no fue miembro de la organización, pero siempre estuvo puesto con la organización. Yo estuve en más de tres reuniones con él y compartíamos ideas perfectamente bien. Clouthier, Fox y otros grandes líderes sociales a los que la organización supo sumar, cuando todavía se sumaba a la gente que podía cambiar al mundo; hoy la organización se dedica a tener gente obediente y no la gente que puede cambiar al mundo. Es increíble cómo hasta la llegada de Fox la organización fue combativa. En tiempos de Fox comenzó a mutar a una organización que era una agencia de colocaciones y se colocaba a la gente de confianza, que eran los hijos y nietos de la organización, y que eran gente de confianza porque obedecían, pero no era gente que pudiera cambiar al mundo. Entonces, ahí todo se vino para abajo: de una organización que ciertamente pudo cambiar el sistema político mexicano a una organización que se volvió igualita que el PRI, pero más pendejos –afirmó Paredes Moctezuma.
–¿Una organización que se vivió igualita que el PRI, pero más pendejos? –le reiteró Delgado.
–Sí, igualita que el PRI, pero más pendejos. Sí, porque era repartir chambas, controlar a la gente con base en… mira, en los tiempos épicos, yo no dependía en mi trabajo, en mis ingresos, en mi estabilidad de mi jefe; ni mis subordinados dependían de mí en sus ingresos, su chamba, etcétera. Cuando la gente comenzó a depender de “su jefe” en cuanto a sus ingresos, su desarrollo profesional, ahí se llevó la fregada a todo. Se perdió el idealismo, vino la subordinación estúpida y una lucha que vino a menos, una lucha que debió tener mejor futuro y que todavía, pienso, puede ser rescatada pero no desde la organización de El Yunque –aseguró el político y empresario poblano.
–¿Qué fue lo que sucedió en el sexenio de Felipe Calderón, don Luis? –le inquirió Páez.
–Cuando Fox era Presidente… bueno, déjame decirte que yo luche no por Fox sino con Fox y logramos llegar al poder. Yo coordine los estados de Puebla, Tlaxcala, Veracruz y Oaxaca, y de lo que se trataba era hacer a Fox candidato, y luego llevé una parte importante de la campaña en Puebla, lo hice con mucho gusto y lo volvería a hacer. Cuando Fox ganó y llegué a la casa de campaña era una muchedumbre dándose codazos y buscando ver qué pescaba. Yo dije: yo no soy de aquí, me retiré y me di cuenta que no tenía nada que hacer ahí. Sin embargo, ya en el Gobierno de Fox como ciudadano mexicano me sentí cómodo –relató.
“Cuando llega Felipe Calderón al poder, no me sentí cómodo. Escuché una entrevista en el avión presidencial y cuando lo escuché dije: podría ser Luis Echeverría. la forma en que él manejó al partido fue deplorable, le dio en la madre al PAN; lo volvió igualito que el PRI, pero mas pendejo. Y no me gustó, no me sentí cómodo con Felipe Calderón. Debo decir que no tuve nada qué recibir ni de Fox ni de Felipe, o sea estuve al margen de las concesiones, dádivas o colocaciones que pudo haber ahí y que todo lo que pude hacer lo hice por mi cuenta y riesgo, sin ellos y sin la organización”, concluyó el empresario.