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Criptas de los Arzobispos, el tesoro escondido de la Catedral Metropolitana

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Foto: Aracely López

Justo debajo del Altar de los Reyes se encuentra la cripta donde reposan los restos de 34 arzobispos de la Arquidiócesis Primada de México.

 

GRACIELA OLVERA / Milenio

La Catedral Metropolitana recibe diariamente turistas y fieles que se acercan a buscar confort espiritual y poder apreciar las piezas de arte sacro y la arquitectura de ese emblemático recinto religioso.

Pero pocos saben que en su interior conserva celosamente un tesoro lúgubre, las criptas de los arzobispos de México.

Justo debajo del Altar de los Reyes se encuentra la cripta donde reposan los restos de 34 arzobispos que han hecho comunidad pastoral en la Arquidiócesis Primada de México.

Para acceder a ese lugar entras por las escaleras que se encuentran a la salida del recinto religioso, siempre bajo llave. Tras comprar el boleto de acceso en el coro de la Catedral, los guías abren la pequeña puerta de reja de metal que permite el paso a las escaleras.

Abajo de la Catedral no solamente reposan los restos de los líderes religiosos, sino también de personas que compraron un espacio en las criptas; así, decenas de osarios se encuentran ocupando las paredes del subsuelo del recinto.

A la derecha y al fondo, se descubren las letras doradas en la parte superior de una puerta que anuncian «La Cripta de los Arzobispos», así la pesada puerta hecha de granito con el escudo de la Arquidiócesis es abierta para que los visitantes puedan entrar.

En la entrada de la cripta se localiza un monumento mortuorio en honor a Fray Juan de Zumárraga, la representación del cuerpo yacente del primer obispo de México hecho de mármol que da la bienvenida al lugar. Sobre el pecho del clérigo se puede apreciar el ayate de la Virgen de Guadalupe recordando que él fue quien, junto a Juan Diego, atestiguó el milagro de las rosas el 12 de diciembre.

Un par de pasos son los que separan al monumento mortuorio del altar que está consagrado al Cristo de Mármol blanco que se encuentra iluminado para dar la impresión de que ese lugar está más cerca de la divinidad y el sueño eterno prometido en las escrituras.

El cristo de mármol blanco protege el sueño eterno de quienes en vida ayudaron con su labor a construir la comunidad pastoral católica de la capital del país.

En media luna, los 34 nichos que resguardan los restos del clero mexicano tienen los nombres de cada uno de ellos con letras doradas y con el escudo de su Arzobispado.

En entrevista para MILENIO, el rector de la Catedral Metropolitana, Ricardo Valenzuela, recordó que la construcción del lugar inició en la década de los 50 en el siglo pasado «se pudieron juntar en este lugar todos los restos de los Arzobispos que estuvieron en México» desde Fray Juan de Zumárraga, hasta Ernesto Corripio Ahumada.

Para solventar los gastos de mantenimiento de la Catedral, las autoridades del recinto implementaron un programa de visitas guiadas a las Criptas.

«Sobre todo el respeto al lugar, para que la gente pueda ver cuáles son los lugares donde están los que fueron arzobispos de México y para que conozcan este espacio tan bonito» señaló el rector de la Catedral Metropolitana, Ricardo Valenzuela.

Dependiendo del color del semáforo epidemiológico en el que se encuentre la Ciudad de México se define el número de visitantes, los boletos tienen un costo de 30 pesos, se pueden comprar los fines de semana en el coro de la Catedral Metropolitana.

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