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La leyenda negra de la Casa de Gobierno

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  • Historias de desenfreno, despilfarro y corrupción, rodean la residencia oficial de los gobernadores chiapanecos
  • El nuevo gobierno propone crear en ese espacio, el Museo de la Cultura y el Arte de Chiapas

ÉDGAR HERNÁNDEZ RAMÍREZ

Una noche de principios de mayo de 2007, un cercano colaborador del gobernador Juan Sabines Guerrero ordenó a sus asistentes que fueran al hotel, donde se encontraban hospedadas, por varias participantes del certamen de belleza Miss Universo que llegaron a Chiapas para promocionar el certamen y los atractivos turísticos del estado.

La instrucción fue cumplida con diligencia y al menos tres de las participantes fueron conducidas a una peculiar residencia del fraccionamiento El Mirador, al norponiente de Tuxtla Gutiérrez. Varias horas después, muy entrada la madrugada, las bellas y exuberantes mujeres fueron regresadas a sus habitaciones con rastros de haber estado en una gran fiesta al lado de altos políticos chiapanecos.

La historia de excesos del exgobernante en esa casa es conocida por muchos; durante su sexenio, proclive a organizar espectáculos populares para la gente, los artistas contratados solían reunirse con él y personas cercanas en ese exclusivo lugar donde eran atendidos con buenas y abundantes comidas y bebidas.

Otros testimonios revelan que a esa residencia acudían funcionarios del gabinete a tomar acuerdos de gobierno y que el inmueble fungía asimismo como centro de operaciones políticas y electorales donde había mucho dinero de por medio.

Ese sitio,donde de día se atendían asuntos oficiales y de noche con frecuencia se hacían apoteósicas fiestas, era nada menos que la Casa de Gobierno, una construcción que desde 1976 funciona como la residencia oficial del mandatario estatal en turno, sostenida con recursos del erario.

Pero no todo el tiempo la casa tuvo esa imagen de ser la sede de la liviandad de la élite política chiapaneca con la que se le asocia ahora. Cuentan los conocedores de la ciudad, que la extensa vivienda fue construida a principios de los años 70, como residencia particular de la familia del entonces gobernador de Chiapas Manuel Velasco Suárez. Ahí vivió él durante su mandato de seis años y poco antes de dejar el poder la vendió al gobierno del estado.

USOS Y COSTUMBRES DEL PODER

Jorge de la Vega Domínguez, Salomón González Blanco, Juan Sabines Gutiérrez, Absalón Castellanos Domínguez, Patrocinio González Garrido, Elmar Setzer Marseille, Javier López Moreno, Eduardo Robledo Rincón, Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén, ocuparon la edificación básicamente como residencia familiar y a pesar de que también se habilitaron espacios para eventos oficiales, tuvo una historia normal y hasta discreta.

Testigos de los hábitos de la clase política local, indican que fue hasta el año 2000 con Pablo Salazar Mendiguchía, que la Casa de Gobierno empezó a adquirir un cariz menos formal y se transformó en un espacio para el disfrute y esparcimiento de los gobernantes y sus selectos invitados. Albercas, jardines, canchas de tenis, habitaciones, chefs, especialistas en bebidas se dispusieron con esplendidez para el goce de los comensales provenientes del ámbito político, artístico e intelectual.

Muchos conocieron la afición de Pablo por la bohemia y cuentan que para satisfacer sus caros gustos invitaba al relax nocturno a destacados cantantes, el más famoso de ellos el español Joaquín Sabina. Connotados deportistas y escritores también eran asiduos visitantes de la residencia oficial donde fueron agasajados a cuenta de las arcas públicas.

Con la llegada de Manuel Velasco a la gubernatura, la imagen de disipación y francachela que se cernió sobre la Casa de Gobierno con Juan Sabines, se difuminó en parte porque se sabe que el nieto no quiso vivir en la residencia que construyeron sus abuelos, sino en San Cristóbal de Las Casas y la Ciudad de México; y porque el espacio de la denominada Palapa de Gobierno, se ha convertido en sede de frecuentes eventos públicos con diferentes sectores de la sociedad chiapaneca.

Sin embargo, el inmueble oficial no ha perdido su carácter sórdido, porque sigue siendo usado para misteriosas y opacas reuniones de quienes detentan el poder. Hay testimonios confiables que sus habitaciones en tiempos electorales, se convirtieron en el búnker de los dirigentes del Verde Ecologista de México para operar los comicios a favor del partido gobernante. A esa residencia de El Mirador entraban secretarios, diputados y presidentes municipales de varios colores, quienes luego salían cargados de dinero para utilizarlo en la cooptación de actores políticos y la compra de votos.

DE LA FRIVOLIDAD A LA DIFUSIÓN CULTURAL

Ante el cambio de gobierno, el próximo 8 de diciembre los actuales huéspedes habrán de dejar el inmueble y con ellos probablemente se irán los ajuares y artículos de valor que se compraron con dinero público; la discrecionalidad en el uso y abuso de esos bienes es posible porque no hay transparencia en el presupuesto que se le asigna ni en la forma en que se gastan esos recursos.

No obstante, la imagen de frivolidad, despilfarro y corrupción que rodea a la Casa de Gobierno y que simboliza una nociva cultura política de los últimos tres gobernantes chiapanecos, llegará a su fin.

De acuerdo con lo que ha asegurado el gobernador electo, Rutilio Escandón Cadenas, la residencia oficial del Ejecutivo chiapaneco desaparecerá como tal. El vivirá en su casa y el inmueble de El Mirador se convertirá en un espacio para la promoción y difusión de la cultura del estado.

“Yo voy a vivir en mi casa, ahí es donde deben de vivir los gobernantes, en su casa, comer con su salario, vivir sin parafernalia, gobernar seriamente, trabajar en la buena administración de los recursos públicos, dejar a un lado las desviaciones del presupuesto y también la pérdida de tiempo”, afirmó en una reciente reunión con creadores y artistas del ámbito cultural.

Más de cuarenta años después de haber sido edificada, la Casa de Gobierno –símbolo hoy de la decadencia de la clase política– pasará a convertirse en el Museo de la Cultura y el Arte de Chiapas.

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