En noviembre próximo se cumplirán 5 años de la emisión de la Alerta de Violencia en Chiapas
A cuatro años y medio de haberse emitido en Chiapas la Alerta por violencia de Género en 23 municipios del estado, es un tema complejo difícil de erradicar y en el que no solo las autoridades deben entrarle para atenderla, sino también la IP e instituciones educativas, culturales y religiosas. «En 2020, la Secretaría de la Mujer en Tuxtla ejerció dos millones de pesos para atender violencia de género».
Geli Pacheco, titular de la Secretaría para la Igualdad de las Mujeres del municipio de Tuxtla Gutiérrez, rememoró que en noviembre de 2016 cuando se decretó este mecanismo, se declaró la violencia estructural que viven las niñas, adolescentes y mujeres, con el objetivo de eliminar estas prácticas que son sistémicas y sistemáticas. «En el espacio privado es donde las mujeres son más violentadas».
Afirmó que la Violencia Familiar es en Chiapas el delito de mayor impacto, reconocido así por la propia Fiscalía General del estado, así como por la Comisaria, Gabriela Zepeda. «El índice respecto a la apertura de casos penales por este ilícito disminuyó de manera general, empero, aumentaron las llamadas de auxilio», reveló.
En entrevista, la funcionaria calificó como positivo que las autoridades judiciales reconozcan el aumento de casos en este sentido, pues con ello se pueden coordinar acciones para poder combatirlo. «Se ha avanzado en el tema de crear políticas públicas e incluso reformar las leyes, tales como los módulos de atención inmediata, sin embargo, no ha sido a la velocidad que se desearía».
Interrogada respecto a las causas por las que el delito de Violencia Familiar ocupa desde hace años el primer lugar de incidencia en la entidad, resaltó que las mujeres agredidas siguen con mucho miedo a denunciar al agresor. «Se debe recordar que décadas atrás este tema era normalizado y no se hablaba. El esposo violentaba sexual, económica y hasta psicológicamente a su pareja y no se sabía», enfatizó.
Dijo que gracias al acceso a la información que ha tenido las afectadas es como se ha desnaturalizado esta problemática, no obstante, falta mucho por trabajar en la autonomía económica y emocional de estas mujeres. «Las víctimas no denuncian, pues quien las maltrata es su proveedor de la casa, ante lo que se debe trabajar en estos casos desde la vía psicológica para reforzarla».