* 33.6 millones de personas estuvieron inscritas en el ciclo escolar citado (62.0% del total)
* Por motivos asociados al SARS-CoV2 o por falta de dinero o recursos no se inscribieron 5.2 millones de personas (9.6% del total)
De los 54.3 millones de personas de 3 a 29 años, 62.0% (33.6 millones) que estuvo inscrita en el ciclo escolar 2019-2020, se estima que 2.2% (738.4 mil) no concluyeron el mismo y más de la mitad (58.9%) señaló directamente que fue por un motivo relacionado a la Covid-19.
Los anteriores son solo dos de muchos más resultados que arrojó la Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que así midió el impacto de la pandemia en distintos rubros del ámbito escolar en México.
Destaca que para el ciclo escolar 2020-2021 la población inscrita es de 32.9 millones (60.6% del total) y que de estos, 30.4 millones (92%) son población que también estuvo inscrita en el ciclo escolar pasado y 2.5 millones (8%) son inscritos que no participaron en el sistema educativo en el período anterior.
Revela que 2.3 millones de alumnos no están inscritos en el ciclo escolar vigente por motivos asociados directamente a la pandemia y 2.9 millones, por falta de dinero o recursos y detalla que los estudiantes que sí estuvieron inscritos en el ciclo anterior pero que no continuó o desertó del sistema educativo en el ciclo 2020-2021 fue de 1.8 millones.
CLASES A DISTANCIA
Sobre las carecterísticas de las clases a distancia, el reporte señala que por nivel de escolaridad, 55.7% de la población de educación superior usó la computadora portátil como herramienta para recibir clases, mientras que 70.2% de los alumnos de primaria utilizó un celular inteligente.
Refiere que en 28.6% de las viviendas con población inscrita se hizo un gasto adicional para comprar teléfonos inteligentes, en 26.4% para contratar servicio de internet fijo y en 20.9% para adquirir mobiliario como sillas, mesas, escritorios o adecuar espacio para el estudio.
En 56.4% de las viviendas piensan que el beneficio de las clases a distancia es no poner en riesgo la salud de los alumnos, seguida de las ventajas que propicia la convivencia familiar con un 22.3% y del ahorro de dinero en gastos diversos como pasajes y materiales escolares con 19.4 por ciento.
Sobre las principales desventajas, 58.3% opinan que no se aprende o se aprende menos que de manera presencial, seguida de la falta de seguimiento al aprendizaje de los alumnos (27.1%) y de la falta de capacidad técnica o habilidad pedagógica de padres o tutores para transmitir los conocimientos (23.9%).
Para todos los grupos de edad, más de la mitad de los estudiantes tiene mucha disponibilidad para asistir a clases presenciales una vez que el gobierno lo permita; el grupo de 13 a 18 años es el de mayor disponibilidad con 64.1%, seguido del grupo de 6 a 12 años con 60.7 por ciento.