Por Juan Antonio Pacheco Villarreal
Todos los padres deseamos que nuestros hijos se manejen con la verdad, que siempre nos hablen con claridad sobre lo que están viviendo en casa, en la escuela o con los amigos de la cuadra. La verdad es un valor que se define: “como la correspondencia entre lo que pensamos o lo que sabemos con la realidad”. Dicho valor, está ligado a la honestidad basada en la veracidad. Lo que en general falla o falta en los hogares es que los padres hablemos y actuemos con la verdad en todo momento dentro y fuera de casa.
¿Cuántos matrimonios se han desintegrado o están disfuncionales por alguna mentira, la cual se viene abajo cuando la verdad llega? Los niños toman la facilidad para mentir directamente de los familiares y amigos…lo usual: el niño le recuerda a su mamá o papá de alguna cooperación o material que le pidieron en la escuela y le contestan: “le dices a tu maestro que estábamos fuera de la ciudad”…el niño los queda viendo con cara de qué les pasa? Porque contrasta lo que le dicen con la realidad, y se da cuenta que no son coherentes con lo que le inculcan.
Este fenómeno de falsear la verdad, no solo en casa se da…también en las oficinas, cuando llegan en busca de una audiencia, dice la secretaria: “mi jefe no está, tuvo un llamado urgente y salió”…en la tienda: “sí manejo el artículo pero se me terminó”, “el vender kilos de “X” producto dando 900 gramos”. “Cuando alguien anuncia un producto como lo mejor y se ve que ni lo prueba, queda la duda si dijo la verdad”…así una serie interminable de ejemplos, así los valores, así la realidad.
Indudablemente que cada quien con base a su criterio o a su enfoque, tiene el concepto sobre la verdad y cómo manejarla para sí o con los demás…sin importarle las consecuencias de lo dicho.
Considero, que lo mejor en todo caso, es que papá o mamá asuma su responsabilidad de tomar nota de los recados que trae el niño de la escuela, independientemente del nivel educativo en que se encuentre, para cumplir con la petición de la escuela, pero mucho más con su hijo quien está en formación natural en la vida; y necesita crecer con valores, principios morales para ser un ciudadano responsable.
El punto es que la verdad o la mentira no pueden estar en el mismo lugar, lo mejor para todos, es manejarse con la verdad en todo momento y lugar, evitar la doble moral…tarde o temprano la verdad llega y muchas veces en el momento menos esperado…
Toma acción ¿Aquí y Ahora!
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