SinEmbargo.- Con el gritó de “tierra sí, aviones no” los pobladores de Atenco y otras comunidades afectadas por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México se apropian de la calle de Reforma para manifestarse en contra de su construcción. A ellos se han unido un grupo de jóvenes que con batucadas y bailes quieren hacer escuchar la voz de quienes han optado por el Lago Nabor Carrillo, hoy en riesgo de ser disecado.
Rodrigo Solís, es uno de ellos. Hizo una pausa en su trabajo para venir a luchar por la historia que podría perderse de continuar con la desecación del último lago vivo de la región de Texcoco. Sobre la avenida sostiene una pancarta con la leyenda: Yo prefiero el lago, mientras reparte información a los transeúntes sobre los daños ecológicos ocasionados por la obras.
“NI HOTELES, NI AVIONES, LA TIERRA DA FRIJOLES”
Entre los colectivos se encuentra Alberto Mesas habitante de Coyotepec, Estado de México, viene acompañado de otros ejidatarios indignados por los “problemas de agua que podrían venir” de construirse el aeropuerto. Para él el daño va más allá de los límites de sus comunidades, ya que rellenar los Lagos con cemento va impedir que se filtre el agua a los mantos acuíferos, generando un daño nacional.
“Queremos que se hecha abajo ese proyecto y se lo lleven a Toluca. No sé porqué quieren hacer más aeropuertos si tenemos, un pretexto para hacer mega obras de muerte”.
La manifestación detenida sobre la calle, ha servido para el intercambio de ideas, para la discusión sobre la consulta ciudadana propuesta por Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, que dió inició el día de hoy y en la que ha quedado el futuro del Lago.
Sobre ella, los pobladores de Edomex opinan que es un buen ejercicio democrático. “Es la primera vez que nos toman en cuenta”, dice el señor Alberto que votará el día de mañana completamente convencido de que “vamos a vencer”.
Cómo él, Ignacio Del Valle, representante del Frente de Atenco argumenta que participará en l consulta porqué no quieren dar por hecho que si voz no cuenta, sin embargo, advierte “la tierra y la dignidad no se consultan”.
