Esta caravana está integrada por más de 3,000 personas –menores, mujeres y adultos mayores entre ellas– que huyen de la violencia, la pobreza y de las violaciones a derechos humanos en Honduras, según información de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH).
Cerca de 500 personas que iniciaron la caminata desde San Pedro Sula, Honduras, pasaron la noche en refugios y el parque central a la espera del resto del contingente.
Una migrante, que se identificó como Ana, contó que los llamados a formar caravanas para emprender el camino hacia Estados Unidos (difundidos en redes sociales) y las nulas oportunidades de tener una vida digna en su país -dijo Ana- está causando que mucha gente que antes no se atrevía a viajar en la ruta migratoria, ahora ya esté dispuesta a intentarlo. “Ya no tenemos miedo”, dijo la joven migrante.
Los migrantes llegron este viernes a México. Para entrar al país necesitan visa, o pueden solicitar el reconocimiento como refugiados ante las autoridades migratorias –un proceso que tarda hasta 45 días–. En caso de que ingresen de forma ilegal y decidan continuar su camino a Estados Unidos, pueden realizar un trámite similar ante autoridades fronterizas.
“No sabemos qué van a solicitar las personas hondureñas cuando ingresen a México, pero muchas de esas personas están buscando un refugio”, explica Madeleine Penman, Investigadora para México de Amnistía Internacional.