- Hasta este miércoles terminarán las pláticas en la Secretaría General de Gobierno en busca de solucionar el conflicto
MANUEL MONROY
Mario Sántiz Gómez, actual diputado local y quien es acusado de haber malversado 168 millones de pesos del municipio de Chamula en la pasada administración municipal, aseguró que el supuesto desvío no existe. “La deuda surge, pues en lugar de destinar el presupuesto para obras de infraestructura, se da a cada habitante siete mil pesos en efectivo”, dijo.
Tras calificar como incongruente se le acuse de llevarse esa cantidad de dinero, adelantó que entre hoy miércoles y jueves dará su versión de la situación.
“Uno a uno responderé a cada detalle de dicho señalamiento, pues además se trata de un compromiso económico que heredé y traté de subsanar. De hecho, de 168 millones que se debían, lo reduje a 119 millones de pesos”, explicó.
Desglosó que todo comenzó con el edil Domingo (quien fue asesinado por habitantes de Chamula), pues no pudo cumplir con su promesa de campaña: Dar siete mil pesos en efectivo a cada habitante. Dinero que inicialmente debía ser destinado para obras y programas sociales.
“Si se toma en cuenta que en Chamula viven aproximadamente 60 mil habitantes, se requieren 440 millones de pesos para dar a cada uno 7 mil pesos, empero, el techo financiero del municipio es de 316 millones, lo cual provoca un déficit y así comenzó la deuda en el ayuntamiento”, recordó.
Sántiz Gómez rememoró que tras el asesinato de Domingo, 68 comunidades de la demarcación se quedaron sin recibir su pago, problemática que le tocó lidiar al edil sustituto, Mateo, quien a los meses renuncia y por ley debe elegirse a un Concejo Municipal, de dónde surge precisamente él.
El ahora representante popular comentó que para poder solucionar la situación, se tuvo que pedir un préstamo a Banobras. “Sólo así se pudo cumplir con el pago a cada habitante, pero bajo el entendido de que quedaba esta cantidad como deuda del Ayuntamiento”, sostuvo.
Abordado en su oficina del Congreso, el legislador adelantó no confiar en tener un fallo a su favor tras la culminación del diálogo referido. “Espero soportar lo que afirmo y que el pueblo me dé la razón. Siempre he dado la cara ante cualquier situación tal y como lo hago en esta mesa de negociación”.