Juan Antonio Pacheco Villarreal
Sin duda los criterios en que se maneja la sociedad, han cambiado; en cuanto a la forma de diversión de los niños, no es la excepción. El yoyo, el balero, las canicas, el carrito, las muñecas físicas han pasado a la historia…había un contacto directo con el juguete y un efecto favorecedor mediante el juego y convivencia sana con los amigos de la infancia.
Puertas y ventanas de las casas en la vecindad, eran la pantalla ideal para ver la televisión blanco y negro y posteriormente a color… empezaron las recomendaciones de los especialistas en el sentido de administrar el tiempo para que los niños vieran programas televisivos.
En la actualidad, el punto crítico está en el uso de los dispositivos móviles en edades tempranas en niños y niñas…
Por esta razón, la Academia Americana de Pediatría ha publicado recientemente las nuevas recomendaciones para padres y madres en lo que al uso de pantallas y medios se refiere.
Lo que se está viendo desde hace un tiempo es que en algunos casos el consumo de medios es tal, que está afectando negativamente al desarrollo psicomotor de los niños, y también al desarrollo social y emocional. Al moverse menos, al jugar menos, al utilizar menos el cuerpo, al relacionarse menos con otros niños y adultos y hablar también menos, muchos niños de ahora tienen carencias que de otro modo no tendrían.
Con el fin de promover una relación sana con el medio y con las motivaciones intrínsecas de los bebés, la AAP (Asociación Americana de Pediatría) establece la recomendación de evitar todo lo que se pueda la exposición de los bebés de hasta 18 meses a las pantallas. Sí aceptan, o sí consideran que puede haber ese contacto, si se da a través de videochats.
Es decir, si es para comunicarse con familiares o amigos, no consideran que sea negativo que los bebés de hasta 18 meses estén un rato delante de las pantallas, para el resto de situaciones, sí.
Una vez los niños pasan del año y medio de edad se considera que para aquellos padres que quieran introducir contenido digital a sus hijos (porque no es necesario hacerlo en realidad) la recomendación es que el contenido sea de alta calidad, tanto a nivel de contenidos como de juegos, y que sea siempre en compañía de los adultos para ayudarlos a entender lo que están viendo.
Pasada la barrera de los dos años, y hasta los cinco, se debe limitar el uso de los medios a una hora al día, y los contenidos tienen que ser de alta calidad. De nuevo, los padres tienen que acompañar a los hijos para ayudarlos a entender lo que están viendo y aplicarlo con sensatez al mundo que les rodea.
A partir de los 6 años se considera que lo que hay que buscar es el equilibrio del juego con medios digitales y el consumo de programas dentro de la vida diaria de los niños. Que haya límites coherentes tanto en el tiempo que pasan delante de las pantallas como en el tipo de contenido que usan, sin que pueda afectar al sueño, a la actividad física y a su modo de comunicarse con otros niños y adultos.
Además, se sugiere que se asignen horarios totalmente libres de contenido mediático, como la hora de comer, un rato antes de ir a dormir (puede afectar a su capacidad de conseguir un sueño tranquilo) o mientras estén haciendo otras actividades (si están pintando, dibujando, jugando… apagar la televisión de fondo), así como tener zonas libres de pantallas en la casa, como las habitaciones”.
Si lo vemos por el lado de las repercusiones que tiene este hábito, a los niños puede activarle ansiedad, nerviosismo y como para la mente es igual pensar y hacer, al tener juegos de violencia; el cerebro registra como real lo que contenga ese juego… Sin duda un tema para la reflexión pero también para la acción seria y responsable en el uso y no abuso de los dispositivos móviles, todo a su debido tiempo y forma…
Para comentarios: japachecovi@gmail.com