Anders Tegnell no asume su error y afirma que hace meses que el país sueco había alcanzado un nivel de inmunidad muy alto tras la primera ola de la pandemia y que el impacto de una segunda sería “probablemente bastante bajo”. Una predicción que ha fallado y que ahora está causando centenares de muertes en la región.
Ciudad de México, 22 de noviembre (AS México).- Desde la llegada de la pandemia el pasado marzo, las mascarillas se han vuelto ya uno de nuestros accesorios indispensables en nuestra vestimenta. Uno de esos si los que no salimos de casa, incluso con algunas de repuesto en nuestro bolsos. Las mascarillas son el artículo indispensable para luchar contra el coronavirus, obligatorias en caso de salir de casa e socializar con no convivientes. En estos meses se ha hablado mucho de su alta eficacia contra el virus, sin embargo, el precursor y autor del “modelo sueco”, ha sorprendido al mundo al tener una opinión totalmente contraria.
El epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública de Suecia, Anders Tegnell, indicó en una entrevista a Reuters que en estos meses no había observado ningún estudio a favor del uso de las mascarillas. “Es fascinante los pocos estudios que hay sobre esto. Y si nos fijamos en los países con reglas estrictas para el uso de mascarillas, es difícil ver que les haya ido bien”, añadía el epidemiólogo, pese a las recomendaciones del uso de las mascarillas de instituciones como el Centro Europeo para el Control de Enfermedades.
Pese a contar con los mejores datos europeos al inicio de la pandemia, Suecia vive ahora una segunda ola de coronavirus que golpea con gran fuerza el país. En marzo optaron por seguir los pasos de los otros países europeos. No se decretó un confinamiento, ni se cerraron escuelas, bares o restaurantes, tanto sólo se dieron una serie de recomendaciones y unas pocas restricciones a la población. Una estrategia totalmente diferente de la que Tegnell fue el gran responsable.
TEGNELL NO ASUME SU ERROR EN LA GESTIÓN DE LA PANDEMIA
Ahora, las cifras del país en esta segunda ola en número de contagios y fallecidos marcan récords jamás vistos en Suecia. De hecho, su tasa de mortalidad es hace diez veces mayor que la de Noruega y cinco veces la que Dinamarca. Por ello, han tenido que prohibir reuniones de más de ocho personas o la venta de alcohol en bares y restaurantes más tarde de las 22:00 horas. Sin embargo, el epidemiólogo no asume su error y acusa a los otros países europeos de estar “tratando de hacer” cosas parecidas a las que hizo Suecia en la primera ola de la pandemia. “Casi nadie está cerrando escuelas ahora, por ejemplo”, añade.
Anders Tegnell también explicó hace meses que el país sueco había alcanzado un nivel de inmunidad muy alto tras la primera ola de la pandemia y que el impacto de una segunda sería “probablemente bastante bajo”. Una predicción que ha fallado y que ahora está causando centenares de muertes en la región.
OPOSICIÓN A LA ESTRATEGIA SUECA
“Esperaba que tuviera razón. Hubiera sido grandioso. Pero no lo era”, dijo Annika Linde, la predecesora de Tegnell, al Daily Telegraph. “Ahora tenemos una alta tasa de mortalidad y no hemos escapado a una segunda ola: la inmunidad puede suponer una pequeña diferencia tal vez, pero no mucha”, indicó, contradiciendo al epidemiólogo. Unas declaraciones que se unen a las de Lena Einhorn, una viróloga sueca que indicó al Financial Times que “hasta ahora, la estrategia de Suecia ha demostrado ser un fracaso dramático”.
“Hace cuatro días teníamos ocho veces más casos per cápita que Finlandia y tres veces y media más que Noruega. Se suponía que iban a estar peor que nosotros en otoño porque íbamos a tener inmunidad”, zanjó como gran opositora al método sueco de la primera ola de la pandemia, la cual ha fracasado durante estos meses.