A partir de anoche, en el octavo piso del edificio que alberga a La Jornadasaludará desde uno de sus muros una placa conmemorativa: Sala de Redacción Miroslava Breach-Javier Valdez
. En una breve ceremonia, vibrante y cargada de emociones, el espacio donde se cocina diariamente la información que publica al día siguiente el periódico, fue nombrado así en memoria de nuestros corresponsales en Chihuahua y Culiacán, asesinados el año pasado.
La hermana mayor de Miroslava, Rosy Breach, y la viuda de Javier, Griselda Triana, recorrieron la cortinilla azul que develó la placa, en presencia de la directora general, Carmen Lira, el director fundador, Carlos Payán, y el editor en jefe, Josetxo Zaldua.
También viajaron desde sus lugares de origen otra hermana de la periodista chihuahuense, Mirabel Breach, y su sobrina, Alcira Velducea, así como la hija de Javier, Tania Valdez, para compartir con los jornaleros esta ceremonia que celebra la vida y la memoria
.
“Si olvidamos a Miros y a Javier –expresó Carmen Lira, logrando apenas contener un sollozo– acabaremos muertos en vida o muertos del todo, porque habremos permitido la eliminación sin consecuencias de nuestros compañeros. Y no sólo la de ellos, sino también la de decenas, centenares de periodistas que han sido silenciados en años recientes en el país por una maraña de intereses turbios y por una red de complicidades con el poder”.