Del 1 de enero al 7 de octubre de 2020 el call center recibió hasta 15 mil 602 llamadas, la mayoría debido a episodios originados por la pandemia de covid-19
Milenio
La ansiedad es el padecimiento número uno en tiempos de pandemia de coronavirus. En relación a 2019, este año los casos de personas que llamaron a la línea de atención telefónica del Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme), aumentaron más de 400 por ciento.
En general, las solicitudes de ayuda por esta vía para cualquier tipo de crisis mental o emocional, se incrementaron en un 250 por ciento. Del 1 de enero al 7 de octubre de 2020 el call center recibió 15 mil 602 llamadas: la inmensa mayoría de estas fueron consultas debido a episodios de ansiedad ligados a diversas situaciones generadas por la pandemia de la covid-19.
De acuerdo con el director del Salme, Francisco Jiménez Barreto, los padecimientos mentales en la entidad, en este periodo de confinamiento, no son muy diferentes a los que presentan los habitantes de todo el mundo debido a la contingencia. El principal trastorno mental en los días más recientes es la ansiedad, seguida de la depresión, problemas con la familia, conflictos de pareja, ideación suicida y cuadros psicóticos.
En abril, al principio del confinamiento, había mucho más temor por el desconocimiento de la enfermedad, esto generaba más cuadros de ansiedad y de angustia, conforme la población fue entendiendo cómo cuidarse, pero subió el fenómeno suicida: “El fenómeno suicida es multifactorial, entonces se explica con la presión económica, problemas familiares y con los problemas sociales. Los trastornos sicóticos tienen mucho que ver con el incremento de consumo de sustancias, principalmente el alcohol, que es el principal factor de consumo y algunas otras sustancias”.
De acuerdo con lo dicho por el experto en salud mental, la gente no manifiesta estar mal por estar encerrada. En las llamadas lo que expresan son los problemas derivados de ellos: “La mayor angustia sigue siendo la preocupación a enfermar, se suman los problemas económicos, el miedo al futuro, el tema de si regresan a clases. Ahora ha sido la variación del motivo por ansiedad. Ellos llaman porque se sienten ansiosos. Llaman porque tienen ansiedad de estar enfermos o creen que un familiar está enfermo. Se manifiestan también ansiosos por los cambios que estamos teniendo. Cuando empezaron a abrir los lugares de trabajo, esto causó muchas llamadas, tenían la incertidumbre de si era o no seguro”, detalló.
¿Tienes tabús acerca del suicidio?, conoce el mito 9 y la realidad. #AcércateHablemos #SalmeContigo #CuidarseEsPrevenir Línea de Atención en Crisis 075 ó 3325042020 pic.twitter.com/6ztPFqPx9F
— salme (@salmejalisco) September 28, 2020
Antes de la pandemia, en el Centro de Intervención en Crisis trabajaban 2 personas en turnos de 24-7, desde abril son siete personas las que contestan las llamadas.
En el caso de la atención presencial, hubo una disminución en relación al año pasado: “Esto se puede explicar por la contingencia de quedarnos en casa. La gente no acudió de la misma manera a la atención presencial, sin embargo sí se hizo uso de la línea.
Los principales padecimientos mentales en Jalisco siempre habían sido la depresión, la ansiedad, los trastornos como la esquizofrenia, la bipolaridad, esas son las principales cuatro causas de morbilidad en el estado.
En los niños, los más común son los trastornos del comportamiento, principalmente los trastornos por déficit de atención y de ansiedad; en las personas de la tercera edad la depresión y luego ansiedad. Las causas de estos males en los adultos mayores son la soledad, el abandono, problemas económicos y enfermedades.
En los adultos productivos los principales motivos de consulta tienen que ver con problemas económicos, que genera incertidumbre hacia el futuro, los temas laborales, escolares y problemas familiares. Además, en el caso de los adultos más jóvenes el consumo de sustancias juega un papel muy importante en los trastornos mentales.
Jiménez Barreto explicó que para que se desarrolle una enfermedad mental tienen que conjuntarse tres factores: la herencia, el desencadenante social o económico y la capacidad de adaptación o de solución de ese problema (resiliencia). Cuando esto se conjuga y hay una interacción entre ellos aparecen estas enfermedades.
El experto dijo que fortalecer la resiliencia en los seres humanos tiene que ver con la conciencia y la información. Es importante que el paciente entienda que existe la posibilidad de que no esté haciendo bien las cosas o de manera asertiva para resolver tal o cual problema:
“Si no tengo conciencia de ello puedo empezar a desarrollar mecanismos, a través de la psicoterapia o de la literatura, donde me permita poder mejorar las soluciones. Tener la consciencia de que a lo mejor yo tengo un problema y necesito acudir a una institución psiquiátrica o psicológica que me pueda brindar”.
“Hay un problema con el estigma y con la desinformación. Hay mucho temor a la farmacoterapia porque hay la idea de que son drogas que causan adicciones y no podrán dejarlas y también la psicoterapia se vive como si fuese consejería, lo cual no es así. Es el aprender a desarrollar habilidades a través de técnicas terapéuticas para poder encontrar la solución de estos problemas que no se están solucionando de manera adecuada. Si la gente entiende que no tiene por qué saberlo todo y que acudir a terapia no tiene que ver con una debilidad de carácter, sino que hay profesionales de la salud que te ayudarán a sortear de una manera esto, seríamos más sanos. Ya lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS): sin salud mental no hay salud.
En los niños y los adolescentes, aclaró Jiménez Barreto, los principales trastornos son déficit de atención, ansiedad y depresión. En estos los detonantes son problemas principalmente en el seno familiar: “Los niños necesitan su confianza en el ambiente, entonces si tienen un ambiente en donde se les permita el libre desarrollo de sus conductas. Donde haya una crianza positiva, donde haya un diálogo abierto, donde se genera la seguridad del individuo, los niños crecen con una mayor fortaleza emocional, pero cuando esto no se da y hay condiciones de vulnerabilidad, de agresión, de violencia, de consumo de sustancias, pues desarrollan este tipo de trastornos, hablando de ansiedad y depresión”.
En Jalisco, como en la mayor parte del mundo, la principal preocupación socialmente hablando tiene que ver con la nueva normalidad, cómo cuidarse y cómo cuidar a los demás. Por ejemplo, la expectativa del futuro, de qué va a pasar con esta enfermedad, si se va a encontrar o no la vacuna, sí se van reiniciar las actividades al 100 por ciento, cómo convivir con los demás, con los amigos e, incluso, con el resto de la familia.
Además de la atención en línea, en el Salme se ha generado capacitación para diversos factores de salud, como por ejemplo, los psicólogos de DIF en temas de intervención en crisis: “Estamos cuidando también mucho ahorita el cuidado de la salud laboral, los ambientes laborales, también con el mismo tema del covid, continuamos con nuestro proyecto de capacitación al primer nivel de atención en el manejo de los trastornos a través de la línea para poder acercar los servicios de salud mental al primer nivel de atención.