Félix Camas
Quique cumplió su sueño. Recientemente se enroló a las filas del Ejército Mexicano. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) galardonó a Enrique Morales Vázquez como el “Soldado por un día”.
Aquel día lo recibieron en base militar número 17 con sede en Comitán. Ahí conoció parte de los roles que realizan los elementos del Ejército.
En muchas ocasiones le contaba a su familia que de grande quería servir a México a través del Ejército.
Quique, como le decían de cariño, tenía ocho años de edad, y ya desde entonces soñaba que alguna vez llegaría a ser piloto aviador de la Sedena.
Sin embargo, la vida le tenía preparada una sorpresa. El niño murió, no logró superar la mortal enfermedad que padecía: leucemia.
Quique se llevó el recuerdo que los militares le cumplieron: ser soldado, portó el uniforme completo.
Tuvo tiempo de sentirse defensor de la patria e incluso, se le vio “pilotear” un helicóptero.
Lo peor de esta enfermedad que se atravesó otra tragedia: la pandemia dejó sin trabajo a su señor padre y lógico, las cosas se complicaron.
Hasta pronto campeón.
