* Dijo que la pandemia por Covid-19, ha empujado a más de cinco millones de mexicanos hacia la informalidad
MISAEL AUTE
Para el empresario Martín Ridríguez ßanchez, presidente del Consejo Internacional de Empresarios (Coine), el poder legislativo tiene en agenda un trascendente análisis y discusión con respecto a la reforma pensionaria propuesta por el Ejecutivo Federal, ya que de aprobarse la iniciativa, ésta definirá parte de la nueva normalidad laboral en México.
Explicó que existe una oportunidad inmejorable de definir esquemas que incentiven el ahorro voluntario de los trabajadores para garantizar un retiro digno; sin embargo, subrayó que no se debe cargar la balanza de un solo lado, ya que se requiere de esfuerzos tripartitos para lograr el menor impacto posible en alguno de los implicados, ya sea el gobierno, las empresas o los propios trabajadores.
Expuso que además de lograr dicho balance, para que exista una motivación entre los trabajadores de ahorrar a través de las Afores, es indispensable disminuir la comisión por manejo de cuentas que se cobra en el país.
De igual manera, el empresario señaló que un aspecto a destacar de llevarse a cabo la reforma, es la homologación de la comisión que cobran las Afores, que como refiere la Asociación Mexicana de Administradores de Fondo para el Retiro (Amafore) «se requiere un tope máximo a nivel nacional para encontrar un punto de equilibrio que se ajuste a los trabajadores mexicanos», dijo.
«Por donde se vea, la situación resulta compleja. Los trabajadores se encuentran limitados en su capacidad de ahorro por los salarios poco competitivos del país, mientras que los empresarios siguen en una espiral de retos que no parecen tener fin y que los limita a reencontrarse con la rentabiidad deseada de sacar adelante sus organizaciones», alertó.
Recordó que se espera que con la nueva reforma el requisito mínimo de semanas cotizadas sea de 750 y que hasta el 2030 los empleados hayan podido juntar las mil semanas de cotización. Esto debido a que se presentó una situación con aquellos trabajadores que comenzaron a cotizar en julio de 1997, pues tan solo el 24% tendrá acceso a una pensión en 2021, no obstante, dentro de ese universo el 17% obtendrá una pensión tan baja que deberá solicitar una pensión mínima garantizada del Estado.
Martín Rodríguez reconoció que además de lo complicado que resulta que todo el universo de la fuerza laboral entre a un esquema de ahorro voluntario, también hay que sumar la situación que ha dejado la pandemia por Covid-19, que ha empujado a más de cinco millones de mexicanos hacia la informalidad, imposibilitándolos de contar con un retiro digno.
El empresario reconoció que la reforma pensionaria debe verse desde un enfoque integral, donde incluso se contemple el actual clima de negocios en el país, el cual continua desacelerado por la pandemia y la falta de inversiones: “Mientras eso no mejore, tampoco habrá propuestas para ofrecer a los trabajadores condiciones laborales que definan el tan anhelado equilibrio tripartito” , remató.