La Jornada
Hace años, de pronto, en una esquina en París, vi a una mujer muy guapa que se disponía a cruzar la calle. Algunos conductores y peatones volvían la cabeza para mirarla. Rosaura Ruiz asistía a un congreso de ciencias y en la conferencia uno de los participantes comentó que por lo visto la República Mexicana producía a doctoras en biología no sólo capaces, sino muy hermosas. Me quedé pensando en aquello de que les femmes savantes son feas, aunque Marie Curie, tal y como la vimos en fotografía, era muy atractiva a pesar de la infinita tristeza en su mirada.
La bonita resultó ser la entonces directora de la Facultad de Ciencias, la doctora Rosaura Ruiz.
Más tarde pude tratarla gracias a otra mujer que reúne las mismas características, Raquel Serur, hoy embajadora de México en Ecuador, una pensadora original y creativa (especialista en la obra de Juan García Ponce), a quien adoran sus alumnos de literatura inglesa en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
–¿Hoy día hay más mujeres que hombres en la facultad de Ciencias?
–En la carrera de biología sí hay más mujeres, aunque ha aumentado el número de hombres. Antes éramos muchas más mujeres que hombres, ahora está casi empatado, En biología, en 2019, había 831 hombres y mil 611 mujeres. En física biomédica son 120 hombres y 129 mujeres. En ciencias de la Tierra son 157 hombres y 375 mujeres, en licenciatura. Las mujeres son fundamentales en el desarrollo de la UNAM, como profesoras, investigadoras, trabajadoras administrativas y, por supuesto, estudiantes en el Consejo Universitario y otros órganos colegiados, como los Consejos de Investigación Científica y Humanística y los de Artes. Pero hay que reconocer que los nombramientos académicos más altos en el grupo de eméritos y en los puestos de dirección hay una subrepresentación femenina. No así en el trabajo cotidiano.
–¿Escogiste la biología por inclinación natural?
–Fue enorme la influencia de mi papá en la elección de mi carrera, porque insistía en que debería ser científica; quizá notó algo en mí, porque de niña me encantaban las plantas, los animales; tal vez por eso me incliné por la biología. Mi papá me hablaba de Darwin…
–¿Qué son las teorías evolutivas a las que te dedicas?
–En mi tercer año de la Prepa 4 tuve un profesor de biología que nos habló de evolución. Me impresionó muchísimo el tema. Se había descubierto la estructura del ADN y él nos explicó cómo se daba la herencia a través de esa molécula.
Hace años, de pronto, en una esquina en París, vi a una mujer muy guapa que se disponía a cruzar la calle. Algunos conductores y peatones volvían la cabeza para mirarla. Rosaura Ruiz asistía a un congreso de ciencias y en la conferencia uno de los participantes comentó que por lo visto la República Mexicana producía a doctoras en biología no sólo capaces, sino muy hermosas. Me quedé pensando en aquello de que les femmes savantes son feas, aunque Marie Curie, tal y como la vimos en fotografía, era muy atractiva a pesar de la infinita tristeza en su mirada.