por Eloisa Domínguez
Increíblemente, el derecho de niños y jóvenes a contar con instalaciones educativas en su comunidad se ve sometida «a consulta» en San Pedro Atocpan. Primero los líderes que se niegan a que toquen sus canchas y llaman a asamblea; luego el alcalde pide consulta. Un megaproyecto educativo se frena por una oposición ciudadana
Rodeando las majestuosas cúpulas de la Iglesia principal, que destacan sobre cualquier otra construcción, San Pedro Atocpan, Milpa Alta, dirimirá este domingo dos visiones contrastantes: que sus niños y jóvenes tengan escuela en la población o dejarlos sin instalaciones educativas y prolongar el mote del pueblo de “los burros de oro” en donde hay poder económico gracias al mole, a los terrenos comunales, pero donde los menores tienen como máxima perspectiva educativa acabar la secundaria; no más.
Este domingo los comuneros de los cuatro barrios originarios, cobijados en presuntos usos y costumbres, abrirán una asamblea para dirimir estas dos visiones. En efecto, los adultos votarán si los niños de San Pedro tendrán escuela o no.
La escuela primaria quedó dañada en el sismo de 2017; hay aulas provisionales para los niños; hay una secundaria saturada por la demanda. No hay bachillerato cerca.
Sobre un terreno comunal que hoy es un deportivo, la SEP planeó la construcción de una megaobra para integrar todos esos espacios educativos sin perder las áreas de actividad física y competencias de futbol y otros deportes. La SEP tiene todo listo, pero no se esperaba una oposición abierta a una obra como esta: los “burros de oro” quieren que nada cambie en su deportivo.
Padres de familia y maestros pugnan por dar oportunidad a niños y jóvenes del lugar, pero lo más que han logrado es que el asunto sea sometido a votación.
El alcalde Octavio Rivero (Movimiento Ciudadano) intervino en este asunto, pero su oposición a la validez de la asamblea comunal del domingo no libra a los menores de San Pedro Atocpan de que su futuro se resuelva por votación: quiere una consulta ciudadana para decidir si habrá escuelas o no.
El proyecto de la SEP contempla la construcción de una secundaria y un bachillerato tecnológico. Se presentaron imágenes y videos para dar una idea de cómo se verá este especio una vez concluido. No fue suficiente y proyecto aún está en veremos.
LOS BURROS DE ORO
Líderes comunales, con poder económico y control sobre bienes de la población, reconocen que hay rezago educativo. Para nadie es un secreto que aunque circulan recursos económicos en muchas familias, el nivel educativo se ha mantenido estancado.
Tampoco desconocen el mote de burros de oro que circula en la comunidad para hacer referencia a esta disparidad entre lo económico y lo educativo.
La SEP encontró el espacio ideal para el proyecto en el Deportivo Popular conocido como El Polvorín, justamente uno de los bines comunales en donde la palabra de los líderes locales tiene mucho peso.
Permitieron el uso para aulas temporales después de los sismos de 2017, que dañaron la primaria Álvaro Obregón y la Secundaria Xolotl. Fueron los padres de las familias afectadas se dieron a la tarea junto con autoridades educativas de buscar un espacio alterno.
Pero cuando se dijo que el asunto podía ser permanente empezó la oposición de verdad, ya sin medias tintas a que el Polvorín albergue instalaciones educativas.
“Dentro de los predios que se buscaron en la comunidad el único que cumple con la viabilidad de la construcción que requiere la SEP para matricular y dotar de la plantilla escolar al bachillerato tecnológico y a la secundaria Xolotl es el Deportivo Popular”, dice Diana Berenice González, madre de la familia que convoca, a través de un video, a San Pedro Atocpan.
Una de las posiciones en contra del proyecto de construcción –para lo cual la Fundación Alberto Baillères pondrá el recurso económico – es que se les quita espacio deportivo. Sin embargo, de acuerdo con el proyecto ejecutivo al que se tuvo acceso, se garantizan los espacios para la actividad física, como canchas de basquetbol y futbol. El argumento es poco menos que inválido.
“De lunes a viernes se tiene especificado que el complejo educativo cumpla con su función de dar clases, y los fines de semana el espacio queda abierto para la comunidad de San Pedro Atocpan, incluso la biblioteca y el auditorio. Es un nuevo modelo que impulsa la SEP”, señala Jessica Retana, también habitante de este pueblo originario de la Ciudad de México.
Advierte que la Secundaria Xolotl ya no es funcional al carecer, por principio, del espacio, las aulas, para atender a cada vez más número de niños que salen de la primaria.
De acuerdo con las versiones de los propios padres, ha aumentado la demanda de alumnos que buscan ingresar en la secundaria, y éstas dos que existen están dejando a 200 o más adolescentes al año que ya no encuentren un lugar para continuar con el nivel básico.
Sobre esto lanza una advertencia la maestra Angélica, en entrevista con Crónica: “Los jóvenes ya no tienen espacio para estudiar en San Pedro Actopan. Lo más cercano que se tiene es a dos horas de camino, que es la Prepa 1 en Xochimilco, por lo que en ir y venir son cuatro horas –dependiendo de la carga del tránsito vehicular”-.
Si bien es visible para quien visita a este pueblo milpaltense que sus habitantes –poco más de ocho mil, la mayoría jóvenes- gozan de poder económico adquirido de la comercialización del mole, el tema que los tiene en debate es el rezago educativo que ha prendido las alertas entre los profesores por la cantidad de suicidios de jóvenes.
“Hay familias que no tienen ni el dinero ni el tiempo para llevar a los hijos a otras partes de la ciudad. La construcción de la secundaria y el bachillerato tecnológico vendría aliviar un poco este problema, incluso bajar las cifras de los suicidios entre los jóvenes”, indica la profesora Angélica, que señala que el nivel educativo o de escolaridad no pasa de la secundaria.
El proyecto del bachillerato incluye talleres como agricultura, apicultura, industrialización y comercialización de los alimentos, actividades meramente ligadas con la forma de vida del Pueblo de San Pedro Atocpan, cuyo suelo es más de siembra.
También se planea impartir administración contable, electrónica, comunicación y sistemas.
“Estos talleres serían las bases para las dos carreras que se darían en el bachillerato, que son administración de micro, medianas y pequeñas empresas y agricultura protegida”, señala Jessica Retana.
La construcción del complejo educativo está previsto para aprovechar la luz natural y la utilización de las energías limpias.
Son las madres de familia quienes piden el apoyo de la comunidad para que la obra se quede en Milpa Alta y participen en la asamblea informativa de este domingo.
Y aunque todo pueda indicar que la gente se pronunciará a favor, de acuerdo con la propia Representación de los Bienes Comunales, y el alcalde emecista dijo a este diario que la asamblea no es determinante para el proyecto, por lo que anunció que se realizará una consulta entre los habitantes de San Pedro.
En tanto, José Cabello, otro integrante de la comunidad, advierte que la gente sí quiere el progreso, aunque primero deberán quedar convencido quienes manejan los dineros por el cobro del espacio de El Polviorín para las ligas de futbol que la actividad física no se cancela, sino que se acondicionan y existen otros para las competencias futbolísticas.
