El hartazgo por la inseguridad, la violencia de género, las malas investigaciones en los casos, la deficiente atención a las víctimas y el reproche por parte del Estado mexicano hacia la protesta, movió a feministas y madres de víctimas a tomar las instalaciones de la sede de la CNDH.
Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).– Las pinturas de Francisco I. Madero, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón, considerados héroes de la patria, están de cabeza e intervenidas. Al lado de ellas se mantienen firmes madres de víctimas de feminicidios, desaparición y violación junto con feministas que desde hace tres días y medio tomaron la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) bajo el mismo reclamo: justicia.
El hartazgo por la inseguridad, la violencia de género, las malas investigaciones en los casos, la deficiente atención a las víctimas y el reproche hacia ellas por parte del Estado mexicano las movió a sacar los cuadros de los personajes históricos. Los intervinieron y colocaron de cabeza. El simbolismo: así “manchado y de cabeza” está el país ante la violencia que lo azota.
La protesta feminista había sido severamente criticada horas antes por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la calificó de “vandalismo”. Pero las víctimas le reviraron.
“Este cuadro, estas flores, estos labios los pintó mi hija, una niña que a los 7 años fue abusada sexualmente”, dijo Erika, mamá de una menor víctima de violación en 2017. “Quiero decirle a ese Presidente que, así cómo se indigna por este cuadro, ¿por qué no se indigna cuando abusaron de mi hija?”, expresó la mujer mientras señalaba el retrato del expresidente Francisco I. Madero.
Yessenia Zamudio, madre de María de Jesús Jaimes Zamudio, víctima de feminicidio en 2016, respondió: “A mí su pinche cuadrito me viene valiendo madres. Si el señor (Andrés Manuel López Obrador) dice que somos groseras, pues lo que sí es una grosería es que a ese señor le duela más un puto cuadro, que a parte es réplica, que la vida de nuestras hijas, de sus ciudadanas y ciudadanos”, expresó en entrevista con SinEmbargo Yessenia Zamudio, del Frente Nacional Ni una Menos.
En México, la cifra semestral de muertes violentas de mujeres se ha duplicado en los últimos seis años, pues el número de asesinatos registrados de enero a junio de 2020 (1,916) creció 103.82 por ciento con respecto al mismo periodo de 2015 (940), año en que las autoridades comenzaron a desagregar datos sobre feminicidios en sus reportes de incidencia delictiva.
Los altos niveles de inseguridad en el país y la presencia de células criminales han exacerbado la violencia feminicida, sin embargo, la mayoría de los asesinatos cometidos contra mujeres son indagados como homicidios dolosos, a pesar que todas las muertes violentas de mujeres deben investigarse con perspectiva de género desde que se tipificó el delito en 2014.
De 17 mil 597 asesinatos de mujeres registrados desde el año 2015 hasta el último de junio de 2020, solo el 23.10 por ciento (4 mil 66 casos) fueron clasificados como feminicidios, el resto es investigado como homicidio doloso.
LA PROTESTA
Desde el pasado 4 de septiembre, el colectivo feminista Frente Nacional Ni una Menos México tomó las instalaciones de la CNDH ubicadas en la calle República de Cuba en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Esta manifestación histórica se efectuó como muestra de apoyo a un par de madres de San Luis Potosí que protestaban en el interior del inmueble desde el pasado miércoles. Se trata de Silvia Castillo, madre de Alán, un joven asesinado y calcinado presuntamente por sus amigos, y Marcela Alemán, madre de Lya, una menor que fue víctima del delito de violación.
Las mujeres exigían que la CNDH interviniera en sus casos, que las apoyaran en el desplazamiento y justicia; ambas se amarraron a unas sillas y solicitaron apoyo a los grupos feministas. Las madres recurrieron a esa medida luego que un grupo de víctimas se reunió con la presidenta de la CNDH, María del Rosario Piedra Ibarra, para denunciar la indiferencia de las autoridades estatales.
Las integrantes del colectivo Ni una menos se unieron a la protesta desde el viernes cerca de las 11:00 de la mañana. Familiares de personas desaparecidas, que se mantenían desde hace siete meses en un plantón en las instalaciones de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), también llegaron a las instalaciones de la CNDH para que su protesta igualmente fuera escuchada.
En los tres días de manifestación, las feministas sacaron a la calle sillas, lámparas y papeles. También evidenciaron en redes sociales los cortes de carne y café gourmet que encontraron dentro de las instalaciones; al igual quemaron parte del mobiliario e hicieron pintas en las paredes e intervinieron los cuadros, empezando por el del expresidente Francisco I Madero.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador criticó severamente los actos: “Yo respeto todas las manifestaciones, pero no estoy de acuerdo en la violencia, en el vandalismo, no estoy de acuerdo con lo que hicieron a la fotografía, a la pintura de Francisco I. Madero”.
Además, el Mandatario nacional tildó de conservadora o “proporfirista” a toda aquella persona que afecte la imagen de Madero. “Yo creo que quien conoce la historia de este luchador social sabe que debemos de guardarle respeto”.
La postura del Ejecutivo provocó la indignación de madres de las víctimas de la violencia, quienes reviraron:
“Pues tampoco son las formas en que nos estén matando a las mujeres. Su pinchi cuadrito ese ¿qué?. Ese güey, (Francisco I Madero) ya está muerto. Nosotras no lo matamos. Además, es un cuadro así como hay un chingo de monografías. Él (Francisco I. Madero) murió desde hace un chingo de años, a él no le dolió ahorita que le pintamos de rosita el cabello, no sangró; pero nuestras hijas sí”, destacó la señora Zamudio en entrevista con SinEmbargo.
La líder de Ni una Más pidió a la ciudadanía que se solidarice con ellas: “que nos apoyen, que vean que nosotras no somos las vándalas como nos han puesto. Pedimos a la gente que nos ayude porque este país está todo quebrado y necesitamos repararlo entre todos, pero todos como sociedad civil unidos”.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) llamó a las integrantes de los colectivos a realizar una mesa de trabajo para recuperar sus instalaciones. A través de un comunicado, la Comisión exhortó al diálogo y al trabajo conjunto para atender todos los casos de búsqueda:
“Nuestra preocupación se centra justo en el trabajo que necesitamos desarrollar en favor de las víctimas, por lo que exhortamos a los colectivos que retienen nuestras oficinas a permitirnos regresar para continuar con nuestras responsabilidades, para escuchar sus demandas y trabajar también en la solución de las mismas”, suscribió el organismo.
Yessenia Zamudio, quien encabeza el Frente Feminista Ni una Menos, dijo que no hay negociación en cuanto a entregar las instalaciones de la CNDH, pues reiteró que no pretenden liberar el edificio porque ahora quieren que se convierta en un centro de acopio y refugio para familiares de víctimas.
“No las vamos a entregar, ahorita ya es una casa de refugio para víctimas, es un centro de acopio para víctimas. La verdad no se las vamos a entregar porque como no hay condiciones para atender a los familiares que vienen de provincia, pues este va a ser un lugar para que ellas puedan venir y dormir; para que en lo que se les atienden sus demandas, tengan un lugar donde pernoctar”, afirmó la activista.
Zamudio destacó que las principales demandas de los colectivos es que las víctimas sean atendidas por todas las dependencias e instituciones que están involucradas y obligadas a brindar el acompañamiento integral. Otra de sus solicitudes, destacó, es que renuncie la Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra de Ibarra.
Delia Quiroga, quien desde 2014 busca a su hermano, explicó que las peticiones de ellos como colectivos son que la CEAV cumpla sus obligaciones en cuanto a la atención a víctimas y la renuncia del director general de vinculación, Michael Chamberlin, por presunto maltrato a víctimas.
Las integrantes de colectivos de búsqueda se deslindaron de los actos de la protesta feminista.
“Yo el sábado me deslindé de ellas (de las feministas) porque yo no las conozco. Fueron Silvia y Marcela quienes les llamaron, sin embargo, nosotros les manifestamos nuestro respeto a ellas por su movimiento. Ellas nos han tratado muy bien, pero ellas traen su movimiento aparte del de nosotros”, destacó Delia Quiroga del colectivo 10 de Marzo de Reynosa Tamaulipas en entrevista con esta redacción.
Silvia Castillo y Marcela Alemán se retiraron de la manifestación desde la semana pasada porque llegaron a unos acuerdos con la CNDH, quienes les prometieron cumplir sus requerimientos. En tanto, otros cinco familiares de personas desaparecidas se mantienen en la CNDH, pero ellos están a la espera que personal de Gobernación acuda con ellos y les prometan que los atenderán, para luego moverse de nuevo a las instalaciones de la CEAV.