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El milagro de Ciudad Neza: delitos a la baja y covid a raya

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Uno de los municipios con mayor densidad poblacional logró disminuir la inseguridad con un novedoso esquema policiaco. El alcalde de Neza, Hugo de la Rosa, explica cómo logró aplanar dos curvas mortales: violencia y Covid.

EMEEQUIS.– Cada vez que el alcalde de Ciudad Nezahualcóyotl sale del Palacio Municipal por la puerta principal, su mirada se topa con una cruz rosa de tres metros clavada frente a su despacho. Alrededor de ésta hay otras cruces pequeñas sobre el camellón de la Avenida Chimalhuacán, donde los habitantes de este denso municipio pegan las fotografías de las mujeres desaparecidas o asesinadas al oriente de la Zona Metropolitana.

Una imagen en particular se ha quedado en la memoria de Juan Hugo de la Rosa, dos veces alcalde de este territorio de 1.2 millones de habitantes: la sonrisa de Valeria, una niña de 11 años asesinada hace tres años, luego de haber sido violada en un camión de transporte público cuya ruta atravesaba las calles más inseguras de Neza.

“Es un caso que aún me estremece”, cuenta el experredista frente a la enorme cruz rosa que se ha vuelto parte de su paisaje cotidiano. “Por eso es importante que estas cruces sigan aquí. Son un recordatorio de lo mucho que hay que hacer en temas de seguridad”.

A los policías municipales se les dio la facultad de investigar delitos, señala el alcalde Hugo de la Rosa. Foto: Emeequis. 

Aquel año, 2017, Ciudad Nezahualcóyotl le apostaba a un milagro. Desde 2006, cinco alcaldes priístas y perredistas habían tratado de reformar una policía municipal podrida por dentro y por fuera, que había sido dirigida, al menos, por dos jefes distintos que eran criminales uniformados: uno cayó por narcotráfico y otro por extorsión.

A ratos, parecía que el municipio avanzaba en esa lucha contra la corrupción en la policía. Pero luego aparecía algún multihomicidio, una ola de secuestros, una racha de locales cerrados a punta de extorsiones, el cuerpo de alguna víctima de feminicidio y el esfuerzo parecía estar destinado a terminar en un estrepitoso fracaso, consolidando el estereotipo de un municipio violento y hacinado.

UNA LARGA BATALLA

Pese a los tropiezos, en 2016 se consolidó un nuevo modelo de policía y de seguridad, con Juan Hugo de la Rosa como presidente municipal y Jorge Amador como jefe de la policía, un profesor de sociología que llevaba años implementando en el municipio ideas poco convencionales sobre cómo atacar a la delincuencia y cómo devolver la dignidad a los policías.

Los agentes comenzaron a leer poesía y jugar ajedrez en los espacios públicos; organizaron partidos de futbol entre los vecinos y tenían como encargo tocar la puerta de las casas y locales de los vecinos para ofrecerse como mediadores en cualquier conflicto, entre otras nuevas actividades para recuperar la confianza perdida.

La administración municipal también capacitó y contrató a vecinos como policías de su propia colonia, aumentó el sueldo de los miembros de la corporación, les dieron nuevos uniformes, mejores patrullas y un moderno centro de videovigilancia que puso cámaras hasta en las calles más remotas del municipio.

“Dividimos la proximidad en dos niveles: la ‘proximidad básica’, es decir, la asignación de una patrulla para cada uno de los 100 cuadrantes en los que se ha dividido el territorio municipal. Y luego fuimos más allá, creamos la ‘proximidad avanzada’, es decir, construir cuadra por cuadra una red vecinal. Tenemos poco más de 10 mil 900 cuadras en el municipio y queríamos que cada una tuviera su red vecinal”, cuenta a EMEEQUIS el alcalde Juan Hugo de la Rosa.

Luego de tres décadas de militar en el PRD, De la Rosa renunció a ese partido en mayo de 2019. En aquel momento dijo que estaba en contra del bloque antiobradorista y anunció la creación de un movimiento social integrado principalmente por cientos de líderes avecindados en Neza.

LA CLAVE: POLICÍAS QUE SÍ INVESTIGAN

En Ciudad Nezahualcóyotl también se hizo un cambio radical que ha resultado un ejemplo nacional en el Nuevo Modelo de Policía y Justicia Cívica: a los policías municipales se les dio la facultad de investigar delitos.

En la mayoría de los municipios, la investigación de un delito es una tarea exclusiva de las fiscalías. En Neza no. Allá un policía puede iniciar su propia investigación para atrapar a los criminales a partir de que conoce de un delito y no a partir de que la víctima denuncia ante el Ministerio Público, lo que aprovecha las primeras horas cruciales desde que se cometió un delito y reduce la tasa de impunidad en crímenes no reportados a las autoridades.

“La información que dispone la policía municipal es mucho más rica incluso que la que dispone la propia Fiscalía, ¿por qué? Porque nosotros tenemos a nuestra disposición un Centro de Control de Mando, C4, que tiene más de 2 mil cámaras instaladas en todo el municipio; porque nosotros tenemos más de 10 mil redes vecinales distribuidas en cada una de las cuadras del municipio que todo el tiempo nos están alimentando de información”, cuenta el alcalde.

Todos estos cambios llegaron a su primer año completo en 2017, el año en que Ciudad Nezahualcóyotl rezaba por un milagro que aplanara su curva de delitos.

EL MILAGRO SE ASOMA

Días después de que la niña Valeria fue asesinada, las autoridades municipales ayudaron a la detención de José Octavio N., el presunto responsable del feminicidio, quien terminó ahorcado en circunstancias extrañas en una celda del penal Neza Bordo.

Semanas después, una peligrosa banda de narcotraficantes conocida en el municipio como “Los Mazos” fue desarticulada y los miembros que no fueron detenidos huyeron hacia Toluca. Y una pandilla dedicada al robo de autopartes que tenía sometidos a los vecinos del norte del municipio también fueron arrestados por una avalancha de denuncias ciudadanas a la nueva policía.

De pronto, parecía que el improbable milagro era posible. Y la curva de la violencia empezó a descender: de la tasa de 22 homicidios por cada 100 mil habitantes que tuvo Neza en 2012, este año bajó hasta 14.8.

El robo de vehículo cayó 69%, una cifra similar al robo en transporte público y asaltos. Y mientras esa línea se desplomaba en las gráficas de la policía, una subía sin contención: la de la efectividad y la percepción de seguridad en el municipio con 58% y 78%, respectivamente.

“Te diré que en cuestiones de delitos de alto impacto, en general, se ha logrado en este año una reducción del 17%. Tomando la estadística de enero a junio de 2019 se registraron 2 mil 987 delitos de alto impacto, esto incluye el homicidio, y en ese mismo periodo en el 2020 sólo fueron 2 mil 479”, cuenta el alcalde de origen oaxaqueño.

TEMPORADA DE PREMIOS PARA NEZA

Los resultados de la policía de un municipio antes considerado tierra sin ley atrajeron premios internacionales para una Ciudad Nezahualcóyotl que solo aparecía en el mapa como emblema de pobreza y violencia: el Premio Buenas Prácticas y Prácticas Promisorias para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia, Buenas Prácticas para el Análisis Delictual en América Latina, Premio a las Mejores Prácticas de Gobiernos Locales en Materia de Seguridad Pública, entre otros.

En 2019, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligió a Ciudad Nezahualcóyotl para representar a México en el Encuentro Latinoamericano y del Caribe sobre Prevención de la Violencia y el Delito.

En esa cumbre, Neza puso el ejemplo: habló de las asambleas vecinales que cada tres o cuatro días celebran los colonos con su policía de la cuadra, de las alarmas instaladas en cada esquina y que suenan ante el primer indicio de una persona sospechosa y de los grupos de WhatsApp en los que cada vecino tiene el número celular de su policía de confianza, a quien ubican por nombre, apellido y hasta por su familia.

Para Lilian Chapa Koloffon, analista de políticas de seguridad en la oficina para México de World Justice Project, la proeza de la policía local es un ejemplo que debería inspirar cambios en otros municipios.

“La policía municipal de Ciudad Neza es ejemplo de que ninguna ciudad, por más adverso que sea el contexto, está condenada a tenerle miedo a su policía. El contraste en este indicador en específico, en comparación con los municipios vecinos, es muy marcado”, asegura.

UNA BUENA POLICÍA ‘CURA’ LA COVID

La curva de la violencia no fue la única que se aplanó en Ciudad Nezahualcóyotl. También la de la Covid-19 es un efecto colateral por tener una policía confiable para sus habitantes.

Dos meses después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al nuevo coronavirus como pandemia, el oriente de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana, incluida Neza, se volvió la “zona cero” de la emergencia sanitaria.

Para la mayoría de sus habitantes –comerciantes, tianguistas, choferes, músicos– quedarse en casa era imposible, pues viven al día con ingresos variables. La sana distancia tampoco es posible en un municipio que ha sido señalado por tener la densidad de población más alta en México. La combinación de pobreza y hacinamiento fue letal.

De pronto, el evento social más frecuente en Ciudad Nezahualcóyotl ya no eran las fiestas, sino los funerales. Se cree que miles adquirieron el nuevo virus, mientras que más de 200 personas fallecieron, incluyendo una decena de trabajadores municipales.

“Yo he perdido por lo menos un sobrino muy cercano. He perdido algunos familiares un poquito más lejanos, pero por lo menos cuatro familiares relativamente cercanos he perdido”, lamenta el alcalde. “Además de compañeros muy cercanos con los que he trabajado toda la vida, algunos de ellos desgraciadamente perdieron la vida en esta batalla”.

UN MILAGRO SE HACE A DIARIO

El saldo de la pandemia, reconoce el presidente municipal De la Rosa, pudo ser peor, de no haber sido por tener una policía en la que cada vez más vecinos confían.

“Entre muchas otras cosas, como coordinarme con otros alcaldes, implementar la ley seca, aplicar pruebas, algo fue determinante: que la policía tiene legitimidad. La policía le pedía a sus vecinos quedarse en casa lo más posible, salir solo a lo necesario y la gente sí hacía caso”, dice el alcalde Juan Hugo de la Rosa.


“Incluso había policías que surtían la despensa de los adultos mayores del municipio o que ayudaban a nuestra población vulnerable. Eso hizo toda la diferencia. Es sorprendente, ¿no? Pero hasta en eso nos ayudó tener una policía modelo”.

Hoy, Ciudad Nezahualcóyotl ya no es parte de la “zona cero” de la pandemia. Tampoco está en la cima de la violencia que arrasa en el oriente de la Zona Metropolitana del Estado de México.

“No ha sido fácil, hemos tenido que vencer muchas resistencias”, cuenta el alcalde De la Rosa en la azotea del palacio municipal, desde donde se puede ver, a lo lejos, aquellas cruces rosas clavadas frente a su despacho.

“Ha sido una lucha, pero hicimos el milagro. Ahora hay que seguir haciéndolo todos los días”.

 

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