Magistrados demandaron a legisladores ser tomados en cuenta en la discusión de la reforma al Poder Judicial
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CDMX. El consejero jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra, acusó a los jueces de convertirse en “mercaderes”, muchos de ellos mínimamente calificados, pues no dirigen su energía a tareas distintas al abuso del poder, sino a la mediocridad burocrática y la concesión de impunidades.
“Corrupción que lo que toca, que lo que respecta al proceso de selección de juzgadores se traduce en nepotismo y tráfico de influencias, actualmente como norma y hábito’’, aseveró.
Durante su participación en el encuentro “Desafíos de la Justicia Mexicana”, que organizó el Senado de la República, Scherer Ibarra destacó que “como servidores públicos no podemos aceptar la incorporación de familiares y amigos como la regla que siga imperando en la integración del Poder Judicial, cuando el único principio que tendría que privar para estos efectos es del mérito personal”.
En reunión virtual en el Senado de la República apuntó que la consolidación de un Estado de Derecho es el gran pendiente del gobierno mexicano, para ello resulta fundamental el proceso de selección de juzgadores de nuestro país.
Scherer Ibarra subrayó que los juzgadores no son meros aplicadores del derecho, sino que se trata de operadores jurídicos de gran relevancia, con funciones creativas específicas por lo que la escuela judicial tendrá la encomienda de la formación integral de los jueces.
Desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) se elaboró una propuesta de reforma con y para el Poder Judicial, que ofrece desde un ejercicio autocrítico, el combate a la corrupción como eje rector de su propia transformación.
Luego de estos comentarios, de manera poco usual, los jueces y magistrados federales rompieron el silencio y desde sus redes sociales reviraron que para lograr una auténtica reforma judicial es imperativo contar con la opinión de los juzgadores.
Por su parte, el magistrado de circuito Carlos Soto, y el juez de distrito Jorge Ariosto, entre otros, coincidieron en que los operadores del sistema de justicia deben ser escuchados para lograr una verdadera transformación.
“Hacer una reforma judicial sin escuchar y atender los puntos de vista de jueces y magistrados, academia y sociedad civil, implicará que su emisión adolecerá de un importante componente democrático”, señaló Soto Morales.
En su participación en el foro, el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, destacó que para erradicar el nepotismo y la corrupción, se contempla la expedición de una Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Además, destacó que la Corte debe dejar de ser una máquina de tramitación de recursos dilatorios o un guardián de la legalidad de las leyes estatales que absorben un porcentaje demasiado alto de sus recursos institucionales y de sus energías, sin beneficio tangible para la sociedad.
“Requerimos una Corte que resuelva menos asuntos, solo aquellos que revistan importancia para el orden jurídico nacional y que permitan establecer pautas de interpretación constitucional sólidas y bien argumentadas; y orienten no solo la labor de todos los jueces del país sino de todas las autoridades de todos los poderes de órdenes de gobierno’’.