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Balnearios, casi ahogados por Covid-19

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Debido al cierre desde marzo por el coronavirus y las estrictas medidas que se les imponen para la reapertura, dueños de los centros vacacionales reconocen una severa crisis

El Universal

Con pérdidas millonarias y un futuro poco alentador, el sector de los balnearios en Morelos e Hidalgo valora el paso de la pandemia de Covid-19 en nuestro país y, a pesar de que ya inició la apertura de algunos centros, les preocupa la pérdida de empleos y la lenta recuperación que tendrán.

En Morelos, la industria de balnearios y parques acuáticos —distintivo turístico del estado por su clima— está en declive y a punto de la quiebra.

Los empresarios dedicados a esta actividad se declaran con “el agua hasta el cuello” por la ausencia de ingresos y apoyo gubernamental.

El desánimo de los empresarios crece, dicen, por la restricción de las autoridades para la operación de sus negocios, mientras que en estados como Jalisco y Michoacán ya operan sus competidores.

Morelos tiene el semáforo epidemiológico en color naranja, pero el Covid-19 avasalla en contagios y número de muertos, debido a la alta movilidad que registran las principales ciudades como Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec y Jojutla.

Con un escenario adverso, la mayoría de los integrantes de la Asociación de Parques Acuáticos y Balnearios de Morelos (Apabam), consideran injusto que el protocolo sanitario los inmovilice, mientras los bares, cines, restaurantes y plazas comerciales abrieron sus puertas y se puede ver a familias enteras departiendo en esos lugares sin problema.

“Es injusto que nos tengan inmóviles hasta que el semáforo cambie a color amarillo; somos menos contagiosos que los cines o los tianguis.

“Se han tenido reuniones con la secretaria de Turismo [Margarita González Saravia] para exigir la reapertura con base en que otros estados ya están operando, pero en Morelos no han querido tomar la decisión de aventarse el paquete y nos dicen que se siguen los lineamientos del gobierno federal”, expone Nancy Gómez Flores, administradora del balneario Santa Isabel.

La primera alerta sobre la crisis financiera de la industria de balnearios fue emitida por el presidente en turno de la Apabam, Mario García Ordoñez.

“La movilidad en Morelos no se pudo controlar; se invitó a la gente, pero por su necesidad de trabajo y otras cuestiones no paró y la cuestión se alarga”, explica.

Más adelante, dice, los contagios se multiplicaron por la vecindad de Morelos con el Estado de México y la capital del país, entidades que registran iguales circunstancias críticas por casos positivos al virus.

“Hasta que no se termine esto en la Ciudad de México y la zona conurbada, y hasta que no se baje la curva, no vamos a abrir y no sabemos cuándo pueda suceder eso. Lo que pedimos a la ciudadanía es que se queden en su casa; si estuviéramos todos en nuestros hogares llevaríamos un mes de ventaja”, considera.

especial_balnearios_1_115564204.jpgEl Valle del Mezquital cuenta con la mayoría de los centros acuáticos de Hidalgo, pues en la zona hay brotes de aguas termales.

Preocupan los empleos perdidos

En Hidalgo, el saldo de 100 días de cierre en centros vacacionales dejó pérdidas económicas millonarias, empleos que no serán recuperados. Sólo algunos lugares reabrieron el pasado 13 de julio.

Anel Torres, presidenta de la Asociación Estatal de Balnearios (AEB), reconoce que en su estado el cambio de semáforo epidemiológico ha permitido la posibilidad de una apertura gradual, pero no es suficiente.

En los 56 balnearios de la asociación había 13 mil empleos directos; algunos se sostuvieron con estrategias de descanso, pero otros no, además de los indirectos que no se recuperarán.

El Valle del Mezquital cuenta con la mayoría de los centros acuáticos de esta entidad desde hace más de 50 años, pues en la zona hay aguas termales.

Hoy, a más de cuatro meses de la pandemia, apenas comienza la reapertura, para la cual se dispusieron 70 lineamientos de la Asociación Nacional de Balnearios, pero deben operar a la mitad de su capacidad.

La presidenta de la AEB admite que no se atreve a dar una cifra de cuánto es el monto de las pérdidas, sólo señala que son millonarias, ya que están los sectores que dependen del turismo como hoteles, restaurantes, transporte, construcción, entre otros.

Para recibir al turismo se capacitó al personal sobre cómo usar guantes, tomar la temperatura y aplicar gel a los visitantes; además de practicar la sana distancia en los cajones de estacionamiento, evitar concentraciones en las albercas y clorar el agua.

También se deben desinfectar las sombrillas, mesas, sillas y tapetes cada cuatro horas, y, sobre todo, se pide a los visitantes ser responsables.

En una primera etapa, los balnearios reciben únicamente a personas del estado, quienes deben presentar credencial de elector y en este mes se permitirá el acceso al turismo nacional.

Golpe a las familias

Faustino Yerbafria, presidente del Comité de Seguridad y Vigilancia del balneario La Heredad, cuenta que han sido meses muy difíciles, pues cada día de cierre repercutió en la mesa de muchas familias.

Para ellos la reapertura es una esperanza, porque, asegura, la economía está completamente devastada y explica que en Ixmiquilpan hay cerca de 25 centros turísticos, de los cuales más de 5 mil familias dependen.

“Los balnearios son la principal fuente de la economía en la zona, por lo que el cierre fue un fuerte golpe”, lamenta.

Faustino calcula hasta 200 millones de pesos en pérdidas en los servicios turísticos de la región, pues 40% de estos corresponden a la Semana Santa.

“Hay temor, pero también hay necesidad de reactivación. Debemos aprender a convivir con esta enfermedad, cuidándonos lo mejor que se pueda, en tanto, ya estamos listos [para regresar] y esperamos que suceda lo mejor”, detalla.

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