* Quince hectáreas aún permanecen en manos de «paracaidistas»
MISAEL AUTE
Según cálculos del director del Parque Nacional Cañón del Sumidero, Roberto Escalante López , la recuperación física de las 200 hectáreas que fueron invadidas en este espacio, de 2010 a 2019, tardará en promedio una década.
En entrevista, el funcionario de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), dio a conocer que los daños a flora y fauna en dicha superficie fueron provocados principalmente por el cambio de uso de suelo y la compactacion de la tierra que hicieron los invasores.
Tras lamentar que a la fecha persistan asentamientos ilegales dentro de esta reserva, las cuales ocupan una superficie de 15 hectáreas, señaló que desde tiempo atrás las autoridades involucradas iniciaron los trámites legales para el desalojo de los invasores.
«Estamos a la espera del fallo del juzgado que lleva el caso, mismo que de ser favorable para la Comisión, dará origen a un procedimiento de retiro inmediato de las viviendas que ahí se han levantado y que han perjudicado de manera importante el entorno ecológico», dijo.
En cuanto a las extensiones de terreno que la dependencia ha logrado recuperar, gracias a la intervención de la Fiscalía General del Estado (FGE), reveló que suman aproximadamente 40 hectáreas, las cuales son sometidas a un proceso de reforestación.
«Las tareas para plantar especies nativas, así como de enriquecimiento de los suelos que inició este 2020 va avanzada y se piensan concluir con la construcción de un muro de 15 kilómetros para evitar que continuen las invasiones», detalló.
Respecto a esta obra, Escalante López reveló que pese a haberse levantado apenas 600 metros de la misma, se hizo en las áreas de mayor susceptibilidad de ser habitadas ilegalmente como Loma Larga, El Refugio y La Esperanza.
Interrogado sobre el costo que han tenido las labores de restauración, el Director del Parque dio a conocer que supera el medio millón de pesos, los cuales son aportados por diferentes instancias y agregó que la Conanp planea reforestar antes de que termine el año, 100 hectáreas, 50 de ellas en las zonas que fueron invadidas.