Las creaciones Ar Lele son su principal producto // Solicitan al gobierno expropiar predios a su favor
La Jornada
Debido al Covid-19 y a las dificultades económicas que acarreó la contingencia sanitaria, familias otomíes que ocupan tres predios en la colonia Roma tuvieron la iniciativa de intercambiar por despensas las tradicionales muñecas Ar Lele –que en lengua hñähño significa bebé–.
Elvira Isidro Eduardo, una de las artesanas, indicó en entrevista con La Jornada que, desde hace dos meses, las más de 40 familias que habitan en los terrenos ubicados en Guanajuato 200, Zacatecas 47 y Roma 18 decidieron no sólo vender sus creaciones, sino también hacer trueque para obtener alimentos.
Estamos vendiendo artesanías y haciendo trueque por esto de la pandemia, porque ya no teníamos recursos para cubrir nuestros gastos. Hay gente que nos dona despensa, pero eso no es suficiente para nosotros, porque es muy poco y tenemos que repartir entre las 44 familias que hay en los tres predios, donde en conjunto habitan más de 120 personas de todas las edades, señaló.
La artista explicó que en la elaboración de las muñecas Ar Lele se llevan al menos dos días por cada pieza de tamaño mediano o grande, pues se deben pintar, cortar, rellenar y coser todas las piezas de la figura, y es una labor que se hace a mano.
Sobre una mesa colocada afuera del predio de Guanajuato 200, Isidro y su familia colocaron este sábado una mesa con café y miel de Chiapas, y decenas de muñecas de todos los tamaños y precios. Las más pequeñas se venden en 45 pesos, y la más grande alcanza los 4 mil, pero a causa de la emergencia sanitaria todavía no son muchos los transeúntes a los cuales les pueden ofrecer sus mercancías.
“Estamos sobreviviendo con la poquita despensa que nos traen las personas solidarias y lo poquito que logramos vender, porque en la calle no hay mucha gente. […] Queremos que la gente entienda que si estamos aquí es por lo de la pandemia.
A muchos les molesta y hay empresas (inmobiliarias) que nos dicen que damos mal aspecto en la vía pública y por eso no pueden vender sus departamentos, o intentan sobornarnos para que nos vayamos, contó.
La mujer también indicó que aunque ellos piden que se expropien los terrenos en los cuales se asientan para poder regularizar su situación y tener acceso a la vivienda digna, las autoridades locales no han tomado en cuenta dicha petición.