Señala estudio que más del 50 por ciento de las defunciones ocurrieron en población que no tenía cobertura médica ligada a un empleo formal
El Financiero
Con base en estadísticas de mortalidad del Subsistema Epidemiológico y Estadístico de Defunciones de la Secretaría de Salud Federal, el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM concluye en un estudio que la mayoría de las muertes por COVID-19 fueron personas sin empleo, sin estudios ni servicio médico.
Titulado “Mortalidad por COVID-19 en México. Notas preliminares para un perfil sociodemográfico”, coordinador por el doctor en Ciencias Sociales, Héctor Hernández Bringas, en estudio se plantea tres cuestionamientos generales.
“¿Qué escolaridad tienen las víctimas del COVID-19? El 71 por ciento de los muertos por COVID-19 tienen una escolaridad de primaria o inferior (primaria incompleta, preescolar o sin escolaridad)”.
“¿Cuáles son las ocupaciones de las víctimas por COVID-19? Casi el 84 por ciento de los muertos por COVID-19 se concentran en ocho categorías de empleo. Destacan los no remunerados: amas de casa, jubilados y pensionados, empleados de sector público, conductores de vehículos, profesionales -no ocupados-”.
Añade que “llama la atención en especial la vulnerabilidad entre los que no desempeñan un empleo (no remunerados, jubilados y pensionados, y no ocupados, propiamente dicho), que en conjunto suman 46 por ciento de las defunciones. También, cabe destacar el porcentaje de empleados del sector público que han fallecido (11.7 por ciento que significan 776 defunciones) en un contexto de paralización de actividades”.
“Algunos de ellos corresponden a las defunciones entre empleados del sector salud (149 defunciones al 20 de mayo, según los informes de la Secretaría de Salud)”, expone.
“¿Dónde ocurrieron las defunciones? Es notable que más de la mitad de las defunciones ocurrieron en unidades médicas para población abierta (genéricamente denominadas de la “Secretaría de Salud” que pueden ser federales o pertenecientes a las secretarías de las distintas entidades federativas).
“La población que acude a estos establecimientos es la que no tiene cobertura médica ligada a un empleo formal. Evidentemente, se trata de población con grandes carencias. También, cabe destacar que el IMSS, que da cobertura de salud a más de la mitad de la población nacional, sólo ha cubierto el 30 por ciento de las defunciones registradas. En las unidades privadas, no han ocurrido ni el tres por ciento de las muertes por COVID-19”, anota.
“¿Cómo se distribuye la mortalidad por COVID-19 entre los grupos demográficos? El 70 por ciento de los muertos por COVID-19 son hombres. Por este padecimiento murieron 2.1 hombres por cada mujer que falleció. Sin embargo, eso no ocurre en todas las edades: entre 1 y 19 años mueren más mujeres que hombres.
“El 71 por ciento de los hombres fallecidos tenía entre 40 y 69 años de edad. Entre varones el 9 por ciento tenía menos de 40 y el 20 por ciento tenía setenta o más años. Entre mujeres, se encuentra un patrón similar: el 65 por ciento de los decesos se produce entre los 40 y 69 años, el 27 por ciento en los setenta y más, y el 9 por ciento antes de los 40”, expone.
Y sobre “¿Cómo se distribuye la mortalidad por covid-19 en el territorio nacional? El 55.7 por ciento de las defunciones se concentran en el Distrito Federal y el Estado de México, y el 89 por ciento en 11 entidades federativas”, indica.