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Los científicos mexicanos José Manuel Aguilar, del Tec de Monterrey, y Alejandro Carballo, de la Universidad Autónoma de Baja California, son los responsables del diseño de una vacuna de ADN contra el COVID-19, que podría empezar a probarse en humanos en septiembre de este año.
La vacuna forma parte de la iniciativa Jonas-Salk, en honor a quien descubrió la vacuna contra la poliomielitis y decidió no patentarla, con la misma visión buscan desarrollar la vacuna contra el COVID-19 y aplicarla a 100 millones de mexicanos de forma gratuita.
Para concluir con las pruebas, los científicos requieren 500 mil dólares, pero su objetivo es recaudar cientos de millones de dólares para poder fabricar 200 millones de dosis y vacunar a toda la población del país.
En caso de obtener los recursos y que las pruebas den resultados favorables, las vacunas se podrían aplicar en México entre septiembre y octubre de 2021.
Presentarán su proyecto a la CEPI para obtener recursos
Para obtener los recursos, el equipo presentará el 30 de junio su proyecto ante la Coalición para las Innovaciones de Preparación para epidemias (CEPI) con el fin de obtener uno de los tres financiamientos que la Organización Mundial de la Salud destinará para la elaboración de una vacuna.
En total, México presentará cuatro proyectos; uno encabezado por Laura Palomares, de la UNAM; el segundo por la empresa Avimex, en el que participan investigadores del IMSS y de la UNAM; el tercero está liderado por la Universidad de Querétaro y el cuarto es el que encabeza Manuel Aguilar.