El epidemiólogo jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, Zeng Guang, ha asegurado que el virus que se ha encontrado “no se parece al tipo que ha circulado mayormente en China los últimos meses”.
Milenio
Las barreras de acero azul de casi dos metros de altura que se hicieron populares en Wuhan cuando se cerró esta ciudad en enero, se han levantado en algunos barrios de Pekín.
La aplicación de salud del móvil se actualiza cada pocas horas y obliga al usuario a detallar las zonas de la capital de China en las que ha estado en los últimos 14 días.
Los taxis ya no pueden salir de la ciudad. Y los tipos engalanados con los trajes blancos protectores y tubos desinfectantes rocían a fondo varios mercados de la ciudad. Además, Pekín cerrará nuevamente todas sus escuelas y universidades, según ha anunciado su ayuntamiento.
El epidemiólogo jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, Zeng Guang, ha asegurado que los resultados preliminares de la secuencia genética del virus que se ha encontrado en Xinfadi indican que “no se parece al tipo que ha circulado mayormente en China los últimos meses”.
Y Yang Zhanqiu, subdirector del departamento de biología de patógenos de la Universidad de Wuhan, ha apuntado además que el nuevo brote puede suponer una cepa del virus más contagiosa.