MISAEL AUTE
Para el Consejo Internacional de Empresarios (Coine) el debilitamiento económico que se experimenta actualmente es el punto de inflexión de una serie de “malestares” que arrastran sectores y empresas desde hace tiempo, por lo cual, requieren de un diagnóstico acertado que canalice sus fortalezas en la fórmula para una pronta recuperación.
El presidente del organismo, Martín Rodríguez Sánchez añadió que por el contexto que se vive, es momento de “llevar a las empresas al hospital”, haciendo referencia a que existen oportunidades para las organizaciones que requieran de nuevas líneas de acción, no sin antes “sanear sus metodologías, equipos de trabajo, cadenas de proveeduría y producción”.
Dijo que el sector empresarial se encuentra en crisis, sin embargo, en medio de todo esto existen grandes oportunidades, que van desde la reconfiguración del core-business hasta el saneamiento de las finanzas corporativas, pero es necesario que se realice un análisis para detectar cuales son las áreas de apalancamiento.
Para el empresario desde antes de iniciada la contingencia por la propagación del Covid-19 que obligó al cierre temporal de comercios, empresas de diversos sectores presentaban síntomas de debilitamiento estructural en su actividad, lo cual las tenía en riesgo de disminuir sus plantas laborales, declararse en quiebra e incluso entrar a concurso mercantil.
“Los inversionistas deben tener confianza de que hay expertos que pueden ayudarlos y brindarles garantías; no obstante, se requiere de su honestidad para llevar a sus empresas a un proceso de recuperación que paulatinamente les brinde las garantías para apoyar a la economía. Esto obviamente se debe contemplar junto a la suma de fortalezas que permita a las empresas salir adelante”, consideró.
Rodríguez señaló que con la presentación del plan de regreso a la Nueva Normalidad, anunciado por el presidente de México y parte de su gabinete, los sectores productivos del país vislumbran opciones viables para retomar sus flujos de operatividad y rentabilidad.
“Resulta acertado que el país inicie con un proceso de reactivación sesgado, y qué mejor que se haga desde las entidades donde el impacto de la pandemia ha sido mínimo. La apertura a las diferentes actividades y negocios tendrá nuevas condiciones de operatividad para prevenir nuevos contagios, lo que vendrá acompañado de una ventana de oportunidades, que solo las empresas fuertes y preparadas estructuralmente podrán atender”, destacó.
